El consumo de carne vacuna cayó en Argentina al nivel más bajo de los últimos 100 años, según un relevamiento de la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR), que detalla que el consumo anual per cápita este 2024 estará por debajo de los 45 kilos, mucho menos que el promedio histórico de casi 73 kilos.
En base a los datos actuales se establece que el consumo de carne vacuna será inferior al registro de 1920, cuando se consumieron 46,9 kg. por habitante.
Con respecto a esta situación, desde la Sociedad de Carniceros de Rosario apuntaron que lo que ocurre en paralelo es un "traslado del consumo a la carne de cerdo o pollo".
Así lo expresó este viernes Cristian García, referente de la entidad, en diálogo con La Primera de la Tarde (Radio 2), y detalló que en el caso de los cortes de cerdo los precios están "entre un 30 y un 40 por ciento más baratos".
El consumo de carne vacuna en Argentina se encuentra en una tendencia decreciente desde la segunda mitad del siglo pasado, en la medida en que la población la ha ido sustituyendo por otras fuentes de proteínas.
No obstante, esta tendencia "se ve agravada por la actual recesión que está atravesando la economía argentina y que lleva a muchos consumidores a inclinarse por el consumo de pollo y cerdo, siendo estas alternativas más económicas", remarcó la Bolsa rosarina en su informe.
En este escenario, el consumo total de carnes bovina, aviar y porcina en Argentina podría ubicarse este 2024 en torno a los 105,7 kg. por habitante según las proyecciones de la BCR, lo que representaría una caída del 9% respecto del 2023 y dejaría el consumo más bajo desde el 2011.
Pese a todo, en la comparativa internacional Argentina continúa siendo uno de los países con mayor consumo per cápita, con una ingesta prácticamente igual a la de Uruguay y superando ampliamente a Estados Unidos (38 kg.), Australia (27 kg.) y Chile (26 kg.).
Una tendencia que se agrava
El informe de la Bolsa de Comercio indica que cada habitante consumiría en 2024 siete kilos menos de carnes consideranro el promedio de los últimos diez años, que es de 112,8 kg. Esa comparación da un consumo per cápita de 22 kg. menos por persona, lo que equivale a una caída del 13,3%. Según la entidad, la composición de la dieta cárnica del habitante promedio sería la siguiente: 42% de carne bovina, 42% de carne aviar y 16% de carne porcina. Mientras que la proporción de carne bovina habría caído 3,5 puntos porcentuales respecto al 2023, alcanzando un mínimo histórico, el consumo de carne aviar aumentó 2,4 puntos porcentuales de forma interanual. De esta manera, el habitante promedio en Argentina consumiría en 2024 la misma cantidad de carne vacuna que de carne aviar (alrededor de 44,5 kg.), un balance que se da por primera vez desde que se tiene registro. El consumo de carne porcina, por su parte, aumentaría 1,1 puntos porcentuales respecto al año previo. En cuando al poder adquisitivo medido en términos de capacidad de compra de carne, la remuneración bruta promedio del sector asalariado alcanzaría para comprar 146,6 kg de asado en el 2024. Esto significa una baja del 5,6% con respecto al 2023, cuando el poder de compra de los sueldos era de 155,2 kg. Sobre este punto García, de la Sociedad de Carniceros, señaló que tras fuertes aumentos de precios que tuvieron lugar en el primer trimestre luego llegó cierta estabilidad. "En los primeros tres meses del año hubo un pico de aumentos en la carne vacuna con los que se llegó a números irracionales. Pero después los valores bajaron porque cayeron las ventas", describió. Y sumó: "El último aumento de precios para la carne vacuna se aplicó entre fines de abril y los primeros días de mayo", cuando los cortes se situaron en valores que quedaron relativamente estables hasta la fecha.