Finalmente, este jueves no cayó ni una gota en Rosario, a pesar de que la ciudad estaba bajo alerta meteorológica. Este viernes amaneció con mucho humo y neblina y otra vez bajo advertencia por tormentas fuertes, pero hacia la noche la lluvia aún brillaba por su ausencia, luego de una tarde de agosto atípicamente calurosa y húmeda.
El Servicio Meteorológico Nacional (SMN) mantiene este viernes a Rosario bajo alerta amarilla por fenómenos localmente fuertes y la advertencia se extendió hacia la noche y la madrugada, luego de un día pesado y con temperaturas que rondaron los 27 grados.
"El área será afectada por tormentas, algunas localmente fuertes. Las mismas estarán acompañadas por fuerte actividad electrica, intensas ráfagas, ocasional caída de granizo y abundante caída de agua en cortos periodos", expresa el alerta del SMN para los departamentos Constitución, Iriondo, Rosario y San Lorenzo.
En la mañana del jueves, hubo precipitaciones en la zona de la capital provincial y por la tarde pasaron otros frentes nubosos que descargaron agua al sur de Rosario pero nada en la ciudad; se esperaba que este viernes podría darse la ansiada lluvia, necesaria para aliviar el el fuego del ecocidio en las islas del Paraná que por estas horas impregnada de olor a humo a la ciudad.
Tanto así, que el humo y la neblina generaban a la mañana un combo peligroso para circular