El cartel en la vereda de la empresa de oxígeno medicinal Air Liquide había quedado lamentablemente desactualizado este viernes 9 de agosto al mediodía, una fecha que seguramente sus dueños y sus trabajadores no olvidarán. "6750 días sin accidentes", rezaba, con carteles que se iban actualizando jornada a jornada. También advertía el último día en que había sucedido un siniestro en las instalaciones de la firma: "08/02/2006". Con la caída de la avioneta sobre uno de los depósitos, la cuenta volverá a cero, aunque en este caso el siniestro fue por motivos externos a la empresa.
La cara de consternación de los trabajadores lo decían todo. Nadie podía creer que esa avioneta que comenzó a volar bajo en el soleado mediodía de este viernes y que muchos hasta se animaron a grabar con sus celulares por curiosidad, se había estrellado contra uno de los depósitos de la compañía. Después se enteraron de que una columna de hormigón evitó una tragedia que hubiera sido enorme.
Nadie sospechaba que ese viernes apacible, en el que los empleados de Air Liquide y de todas las empresas que funcionan en esa zona ya empezaban a imaginar lo que harían el fin de semana, terminaría casi en una catástrofe. De hecho fue una tragedia, porque murió una persona -el piloto de la avioneta-, pero según los testimonios de todos los expertos que se hicieron presentes en el lugar, pudo ser muchísimo peor si la aeronave impactaba contra los enormes tubos de oxígeno, nitrógeno e hidrógeno.