La clasificación del agua como un comodity en Wall Street, que se puede comprar y vender en el mercado como el petróleo, el oro o los granos, generó o aceleró una serie de acciones que van en la dirección contraria. En Rosario, el ministro de Cultura de la provincia, Jorge Llonch, recibió el apoyo formal para que el río Paraná y los humedales sean declarados patrimonio de la humanidad por la Uneso.
El director de la cátedra del Agua y del Centro Interdisciplinario del Agua de la Facultad de Ciencia Política de la UNR, Anibal Faccendini, entregó a Llonch la Declaración de Apoyo del Concejo Municipal de Rosario para que el río y los humedales sean declarados personas no humanas sujetas a derecho.
“Hasta el siglo XVIII se subastaban personas, en el siglo XIX, en las Provincias Unidas del Río de la Plata, existía la esclavitud. Ahora vienen por el agua, y no podemos permitir que ese recurso, que en el caso de la cuenca del Paraná brinda vida a 200 millones de personas, sea subastado como una mercancía más, que cotice en las bolsas como si fuera un commodity”, dijo el ministro.
Faccendini se sumó y pidió “evitar la mercantilización del agua” porque: “El agua y el aire son derechos humanos y bienes comunes públicos. Están fuera de todo mercado. Los derechos no tienen precio”.
El acta será elevada a Perotti
La entrega del acta fue realizada a ambas márgenes del Paraná, en la ex Zona Franca de Bolivia, donde funciona el club Náutico Rosario, y en el área denominada El Banquito, en la zona de islas. Estuvieron presentes los alumnos de la Cátedra del Agua, Camila Fernández y Rodolfo Martínez.
El funcionario indicó: “Vamos a presentarle al gobernador Omar Perotti el proyecto para que la Unesco declare al río Paraná y los Humedales como Patrimonio Mundial de la Humanidad, porque consideramos que hay intereses muy concretos que quieren apropiarse de un recurso tan vital como lo es el agua”.
Para el ministro, “el agua y los humedales son bienes de la naturaleza con fuerte incidencia en nuestra cultura, en los distintos géneros musicales, como el chamamé por ejemplo”.
Además, manifestó “la importancia de la declaración en la formación de una nueva cultura ciudadana con la naturaleza”, y comentó la posibilidad de realizar -junto con la cátedra del Agua- el proyecto generado por dicha entidad de la Nueva Cultura Ciudadana, en el ámbito de la casa, el barrio, la ciudad y la región.
Por su parte, Faccendini aclaró que “actitudes como la de Llonch son muy importantes para proteger el Paraná y los Humedales de la depredación, y también para evitar la mercantilización del agua, como lo está haciendo Wall Street”.