El nivel del río Paraná en Rosario registró una recuperación de 30 centímetros este jueves: pasó de -0,29 metros a 0,01 este mediodía, después de 19 días con registros por debajo de cero.
El Instituto Nacional del Agua (INA) señaló que se debe a un “importante incremento en el caudal descargado desde la alta cuenca” y que “se espera que se sostenga en valores del orden de un 35% más que una semana atrás”.
Al margen de esa mejora circunstancial, el organismo mantiene el “alerta por bajante”. “Prevalece una tendencia descendente en todas las secciones del río Paraná en territorio argentino. Continuará predominando en los próximos tres meses”, agrega el último informe.
Además, según amplió Presidencia, los organismos públicos técnico-científicos realizaron un diagnóstico de la situación y “el pico inferior de la bajante se espera para noviembre de este año”.
El Servicio Meteorológico Nacional (SMN) estima que los niveles de precipitaciones en la cuenca del río Paraná se mantendrán con niveles inferiores a los normales en el sur y norte del Litoral.
Al mismo tiempo que se incrementan las probabilidades de precipitaciones superiores a lo normal en las nacientes del río Paraná.
En ese marco, el gobierno nacional informó que gestiona y da respuesta a la bajante histórica más importante en nuestro país de los últimos 77 años.
Se prevé que afectará el abastecimiento y calidad del agua potable, la navegación y operaciones de puerto, el ecosistema y la generación de energía hidroeléctrica.
El jefe de Gabinete, Santiago Cafiero, conduce la Mesa de Trabajo conformada para mitigar el fuerte impacto ambiental, social y económico que está provocando la bajante.
La Entidad Binacional Yacyretá (EBY) informó que el sistema de embalses emplazados aguas arriba de la central se encuentra con un nivel muy por debajo de lo normal.
El Estado Nacional mantiene activo el fideicomiso que administra el Fondo Nacional de Emergencias (FONAE), para atender suministros de emergencia, asistencia y rehabilitación de servicios esenciales.
Continúa la Emergencia Hídrica en siete provincias (decreto 482/21) que afecta a Buenos Aires, Corrientes, Chaco, Entre Ríos, Formosa, Misiones y Santa Fe.