El papa Francisco habló este miércoles en un encuentro organizado en Roma por la Pontificia Academia de Ciencias Sociales del Vaticano y se refirió a las deudas contraídas por países que atraviesan situaciones complejas, como la de Argentina. "No se puede pretender que sean pagadas con sacrificios insoportables", aseveró.
En el espacio denominado Nuevas formas de fraternidad solidaria de inclusión, integración e innovación (I+I+I), en el que participó el ministro de Economía, Martín Guzmán, el sumo pontífice dijo que "no se puede pretender que las deudas contraídas sean pagadas con sacrificios insoportables".
"En estos casos –dijo– es necesario, como por lo demás está ocurriendo en parte, encontrar modalidades de reducción, dilación o extinción de la deuda, compatibles con el derecho fundamental de los pueblos a la subsistencia y el progreso".
El Papa también señaló que “es bueno recordar que no existe una ley mágica o invisible que nos condene al congelamiento o la parálisis frente a la injusticia, y menos aún existe una racionalidad económica que suponga que la persona humana es simplemente una acumuladora de beneficios individuales ajenos a su condición de ser social".
Francisco agregó que "es ciertamente justo el principio de que las deudas deben ser pagadas. No es lícito, en cambio, exigir o pretender su pago cuando este vendría a imponer de hecho opciones políticas tales que llevaran al hambre y la desesperación a poblaciones enteras".
Además, exhortó "a todos los pueblos a ayudar a los países en desarrollo" para que puedan lograr la sostenibilidad de la deuda a largo plazo a través de políticas coordinadas destinadas a fomentar el financiamiento, el alivio o la reestructuración de las deudas.