La médica pediatra, infectóloga y ex ministra de Salud de Santa Fe, Andrea Uboldi, ofreció algunas claves para actuar ante uno de los dilemas que trajo este verano con pandemia de coronavirus: ¿qué hacer cuando un chico (o joven o adulto) está congestionado o tiene algunos síntomas de resfrío común?
Por supuesto que hay que evaluar la chance de coronavirus y tomar todas las medidas preventivas. Pero no se puede aislar a todas las familias con algún integrante que durante un día o dos tuvo un poco de pocos o malestar, sobre todo en una época del año cuando los chicos se exponen al calor, al sol, al uso de piletas o río y el contraste con aire acondicionado, entre otros factores de estación.
Uboldi dijo en el programa La primera de la tarde (Radio 2) que es complicado para los médicos y las familias actuar en esta etapa del año, en especial cuando un niño o adolescente “se siente congestionado o con otro cuadro de virosis, como congestión nasal” dificiles de discriminar entre coronavirus y un resfrío de estación.
La profesional dijo que en la pandemia “los niños no son los grandes contagiadores, a diferencia del gripe”. “Los niños se contagian de algún familiar o contacto. Por eso, se debe identificar si algún familiar tuvo síntomas”, siguió.
“Los adultos son más proactivos en llevar a los niños con fiebre al consultorio pero uno, como adulto, no. Entonces hay que ver si quizás un padre o un hermanito que se sintió mal y no consulto. Porque es muy difícil diagnosticar por las formas, es imposible de identificar con el ojo clínico”, explicó.
Uboldi habló de casos que “tienen un poquito de fiebre o un día de diarrea” y que “el marco de las altas temperaturas hace que no pueda pensar solo en que tenga coronavirus" y, por eso, es “difícil decidir si voy a hisopar a uno o a todos”.
“La recomendación que das a la familia es complicada de tomar porque con el aislamiento por sospecha de coronavirus tengo que aislar a la mamá o al papá, y no pueden ir a trabajar, por ejemplo”, agregó sobre los factores a tener en cuenta.
En ese caso, la alternativa es actuar con prudencia, tomar 48 horas para analizar la evolución del cuadro y ver la situación epidemiológica: “analizar con quiénes estuvieron, si se reunieron para fin de año con mucha gente o tuvieron más cuidados”, detalló. “Es una decisión individual y de mucho peso para el médico que los está revisando”, reforzó.
Para Uboldi hay observar también “la circulación comunitaria” y en todo caso “alejar a los chicos de los adulos mayores”.
Empezar a limitar ese vínculo o hacerlo con muchos cuidados”, dijo y contó que en su familia los “nietos vienen pero no se acercan a la abuela, la ven al aire libre, la saludan, pero no se acercan, a distancia".
“Si está congestionado, no lo lleves a ver a los adultos mayores, esperá 48 horas a ver qué pasa con esa congestión. Los asintomáticos son el 40% de los contagios”, informó y pidió siempre mantener distancia, lavarse las manos, usar barbijo y tomar todos los recaudos conocidos.
Testeo rápido antes que masivo
Por otro lado, la ex ministra consideró que sería mejor una política de testeo bien direccionada y con resultados rápidos antes que un operativo masivo que “no estamos en condiciones de hacer por lo económico y lo operativo”.
“Tener una respuesta oportuna de a quién hay que guardar es importante. La gente que vuelve de vacaciones a sus lugares de origen, pedirle siete días de cuarentena para proteger a sus compañeros de trabajo y demás”, continuó.
Aclaró que “hacer cumplir una cuarente de 14 días resulta imposible de cumplir si la gente se siente bien”.
Como alternativa propuso: “Ofrecer testear a los que regresan para poder tener una idea de la prevalencia de la enfermedad en los que están volviendo, si es del 1%, 5%, 40%”.