La Justicia de Bolivia emitió una orden de aprehensión contra el expresidente Evo Morales porque no se presentó a declarar en una causa judicial enmarcada en una investigación por trata y tráfico de personas, que lo involcraría por tener relaciones con una menor de edad.
El exmandatario está siendo investigado por su presunta implicación en delitos de abuso de menores y trata de personas en 2016.
A sus 64 años, Morales calificó la situación como una “persecución política”, afirmando que el caso es parte de un ataque organizado por el gobierno de Luis Arce (presidente en curso). La ruptura entre ambos intensificó la lucha interna dentro del partido gobernante, el Movimiento al Socialismo (MAS), de cara a las elecciones generales de 2025.
Morales reafirma su inocencia y alega amenazas de muerte y falta de garantías para su seguridad.
El expresidente del Estado Plurinacional de Bolivia denuncia a su vez que las autoridades actuales procedieron a la reapertura de un caso archivado.