La justicia de Estados Unidos detuvo por ejercer la medicina sin licencia profesional a Cristian Pérez Latorre, el hombre que había retirado el metacrilato a Silvina Luna después de que se lo implantara Aníbal Lotocki. Los cargos que se le imputan alcanzarían los 10 años de prisión de ser hallado culpable.

Pérez Latorre fue detenido por agresión y práctica médica sin licencia en Los Ángeles.

El fiscal del distrito, George Gascón, confirmó que Pérez Latorre realizó una cirugía estética sin contar con la licencia adecuada, poniendo en riesgo la seguridad y la integridad de la víctima, informó el periodista Pablo Vilouta.

Según detallaron en los medios de Estados Unidos, el cirujano no habría tenido en regla su habilitación para ejercer la medicina, y además “tiene varias denuncias de mala praxis”.

Ángel de Brito había anticipado también en sus redes sociales la noticia: “PRESO. 10 años de PRISIÓN le tocarían al cirujano de los famosos argentinos, detenido el jueves en Estados Unidos acusado de operar sin licencia”.

 “Está acusado en el caso 24CJCF04337 de un cargo de agresión con arma mortal; un cargo de agresión con lesiones graves; y seis cargos de ejercer la medicina sin certificación”, agregó De Brito.

“Lo denunció una paciente que fue operada en julio del 2021, y tuvo secuelas negativas. Hoy el estado convoca a los ciudadanos con secuelas a sumar sus denuncias”, continuó.

También el periodista argentino recordó que Cristian Pérez Latorre aseguró haber atendido a varias celebridades como Adrián Suar, Susana Giménez, Valeria Lynch, Mariana Nannis, Vicky Xipolitakis, Evagelina Anderson, Osvaldo Laport, entre otros.

En 2016, Latorre operó en la ciudad de Los Ángeles a Silvina Luna y le quitó del cuerpo alrededor de un 70% de lo que le habían colocado. Según contó en ese momento, la operación se realizó con una novedosa técnica similar a la que se hace en una operación de vesícula con laparoscopía y maniobrada con la herramienta Da Vinci, un robot de alta tecnología diseñado para operaciones complejas.

Mediante tres mínimas incisiones en el brazo, el robot Da Vinci se encarga de remover el material y quitar el metacrilato. “Todo es mínimamente invasivo. Nunca estuvo internada. La paciente se recupera a las 48 horas. Sólo tiene que hacer vida tranquila en el postoperatorio. Después, ya puede llevar una vida normal”, explicó a los medios en aquella oportunidad.