Como ocurrió en los puestos de peaje de la autopista Rosario Santa Fe, los médicos del hospital Carrasco realizaron este miércoles una medida de fuerza, por segunda vez en la semana, ante la ausencia de los policías que prestan servicios adicionales para garantizar la seguridad.

La directora del centro de salud municipal, Gabriela Quintanilla, confirmó en Radio 2 que los trabajadores de guardia y ambulatorio no atendieron a pacientes este miércoles a primera hora de la mañana (medida que se suspendió cuando arribaron los agentes cerca de las 8.30).

"Las puertas de acceso a todo lo ambulatorio, desde vacunas a la atención de consultorio por placas de rayos y laboratorio, y las puertas de la guardia están cerradas por falta de presencia de los adicionales policiales", afirmó la directora en el programa Radiópolis pasadas las 7.

Quintanilla aclaró que "solo se atienden extremas urgencias" y pidió a los pacientes que tenían un turno para este miércoles no acercarse al centro de salud porque "no serán atendidos". 

"Esto lo avisamos para que no suceda lo del lunes pasado, con angustia y sufrimiento de la población", abundó la doctora en relación a las personas que tenían turnos y quedaron afuera del hospital por una situación similar. "Espero que durante la mañana se solucione", aclaró y eso fue lo que ocurrió una hora más tarde.

Alan Monzón/Rosario3

¿Un reclamo policial de fondo?

 

La medida de fuerza evidenciaría un conflicto de fondo con la Policía. La titular del Carrasco informó que la seguridad del hospital municipal de Avellaneda y 9 de Julio depende de seis puestos de vigilancia privada y dos policías provinciales que son contratados para adicionales y a las 7 de hoy no había ninguno de ellos.

"La Municipalidad les paga por anticipado y es voluntario", aclaró Quintanilla. A las 6 era el cambio de guardia y los dos agentes de reemplazo no se presentaron. 

No es un hecho aislado: los policías manifiestan por lo bajo (no están sindicalizados) su descontento por lo mal pago que está ese servicio (500 pesos la hora ordinaria).

También en los peajes de la autopista Rosario Santa Fe se dio un conflicto similar, con medidas de fuerza de los trabajadores por falta de custodia en las cabinas durante la noche. En paralelo, el gobierno de Santa Fe celebró que el último mes del año tenía un superávit de 17.366 millones de pesos sin gastar.

Un hospital abierto, cerrado

 

En el caso del hospital, explicó Quintanilla, hubo una "definición sindical que expresa la voz de los trabajadores" para cerrar las puertas. Dijo que el Sindicato de Empleados Municipales reflejó lo resuelto en una asamblea donde se definió por unanimidad esta reacción. 

La triste conclusión es que el personal sanitario no trabaja sin seguridad. "Es una locura", reconoció la médica, quien también respeto "a los trabajadores que aman su hospital y están sufriendo porque tienen miedo, con infinidad de hechos recientes, incluso con sujetos armados que ponen en duda la seguridad de estar dentro del hospital".

El Carrasco, siguió la directora, "es un predio inmenso, que siempre fue un hospital abierto, algo que fue nuestro orgullo y hoy tenemos que cerrarlo, separarnos, y ese no es nuestro deseo".