Si bien el nuevo “Protocolo de uso Racional, Progresivo y Proporcional de la Fuerza” del Ministerio de Seguridad contempla que la policía debe acudir al uso de armas letales solo en casos extremos, es una decisión tomada que la Policía de Santa Fe no utilizará las famosas pistolas Taser, que mediante una descarga eléctrica inmovilizan a un potencial agresor.
“La Taser no la vamos a impulsar porque es un arma muy discutida”, dijo el secretario de Seguridad, Germán Montenegro, y adelantó que se evalúa otra posibilidad: la “Bola Wrap”, que es un dispositivo que dispara “una especie de boleadora moderna que ata mecánicamente a las personas y las inmoviliza”.
“Es otro armamento no letal que produce un daño muy menor pero sirve para inmovilizar”, insistió, en diálogo con el programa Radiópolis, de Radio 2.
También consideró fundamental “preparar al personal policial en el uso de su propio cuerpo para detener a personas que se resistan”. Y mencionó otros elementos, como los bastones.
Montenegro dijo que la idea de este protocolo es fijar reglas y ver cómo el personal se adapta, para a partir de ahí trabajar en un programa de reentrenamiento. Vamos a evaluar en forma constante el uso de la fuerza de la policial y en base a eso dar la preparación que se necesita”.
El protocolo establece:
-El empleo técnicas y de armas potencialmente letales deberá producirse en caso de peligro grave, inminente y actual para la vida de las personas: personal policial, víctimas o terceros.
-La preservación de la vida y la integridad física de todas las personas es siempre el primer objetivo.
-La integridad de bienes materiales nunca deberá priorizarse por sobre la vida e integridad física.
Montenegro admitió que se necesita una mayor profesionalización de la policía y que faltan “recursos estructurales y materiales”.
“La policía tiene que ser eficiente y nosotros como poder político tenemos que darle las herramientas para que sea profesional y eficaz”, agregó. Y mencionó entre esas cuestiones la necesidad de mejorar el sueldo del personal.