Desde el lunes toda la Argentina –con excepción de Buenos Aires– ingresó a la fase 4 de la cuarentena. Santa Fe –y especialmente Rosario– mantienen una buena racha sin contagiados. Para mantener esta situación, el municipio profundizó los controles de las cargas que ingresan en camiones a la ciudad, sobre todo de aquellos provenientes de Buenos Aires, la zona más afectada por la pandemia. El gobierno provincial, por su parte, vigilia los accesos y mantiene cerrada la frontera con Chaco de común acuerdo desde el 20 marzo.
Este jueves por la mañana, durante la inauguración de un nuevo centro de aislamiento para adultos mayores, el intendente Pablo Javkin confirmó mayores controles a los camiones que entran a Rosario con mercadería.
La lupa, señaló, se pone en los centros de logística y distribución. En Rosario son 52; y además hay 351 depósitos habilitados.
El protocolo no solo indica cómo manejar la mercadería, sino que reconstruye el viaje del transportista, también con datos cruzados por parte de la Dirección Nacional de Migraciones, la Comisión Nacional de Regulación del Transporte (CNRT) y el Ministerio de Trabajo santafesino, entre otras reparticiones.
El camionero que ingresa a la ciudad no puede bajarse de su vehículo. Sólo ante la presencia de síntomas se lo autoriza a descender del rodado para ser atendido. Se le toma declaración jurada de su estado de salud y la mercadería se desinfectada dos veces: arriba y abajo de la unidad.