Un joven llamado Federico denunció que en septiembre de 2019 recibió una paliza por parte de los mismos rugbiers de Zárate que mataron a Fernando Báez Sosa a la salida del boliche Le Brique en Villa Gesell. Fue en una fiesta privada.
La historia suena parecida a la de Báez Sosa, con otro final. “Estaba en una fiesta privada, en una quinta, y cuando vuelvo del baño me choca un chico con un vaso”, comenzó. Luego de eso ese chico, uno de los rugbiers, lo desafió a pelear.
Federico comentó que intentó evitar el conflicto, pero el rugbier comenzó a golpearlo hasta que cayó al piso.
"Cuando me caigo, viene su grupo y comienza a pegarme piñas y patadas", agregó.
En su diálogo con un canal de televisión porteño que luego de levantarse, salió, se subió a su auto para resguardarse, puso en marcha el coche e intentó huir, pero estaba tan nervioso que quedó trabado en un zanjón.
“Cuando el auto quedó trabado aprovecharon todos y vinieron a pegarme, a mí y al auto. Abrieron puertas y ventanas. Cuando logré irme, me tiraron piedrazos”, contó.
Además, aseguró: "No soy el único al que le pasó, en Zárate son muchos los casos de jóvenes agredidos por este grupo de rugbiers".
Según Federico, los rugbiers grabaron el ataque y difundieron las imágenes a través de sus redes sociales. “Lo del video me lo contaron mis amigos y familiares, yo no quise verlo porque me iba a hacer mal”, dijo Federico.
Después del ataque, el joven tuvo dificultades durante un mes para caminar por los golpes que recibió en la cadera. En ese momento, no realizó la denuncia porque estaba muy dolorido como para ir a la comisaría. Ahora, dijo que sintió la necesidad de contar públicamente su historia.
Federico aseguró que ya conocía al grupo de rugbiers e los boliches y afirmó que, si nadie los denunció antes, fue por miedo. “Nadie los denunció porque amenazaban. Salís a la calle y no sabés si vas a volver porque te van a pegar", concluyó.