A partir de los primeros recuentos en las distintas jurisdicciones del país, crece el entuasiasmo de Juntos por el Cambio, principal frente opositor, mientras que el oficialismo espera disminuir la distancia en la provincia de Buenos Aires.
Transcurridas dos horas del cierre del comicio, había pocas expectativas en el Frente de Todos respecto a la posibilidad de dar vuelta la elección en territorio bonaerense. Incluso, en el gobierno de Axel Kicillof creen que tendrán un resultado similar al de las Paso y perderán por cerca de cinco puntos.
La vicepresidenta Cristina Kirchner siguió los pormenores de la elección desde su departamento en Olivos. Mantuvo contactos con su hijo Máximo, “Wado” De Pedro y Teresa García. El principal interés pasa por saber si pudieron recuperar terreno en la provincia de Buenos Aires. Pasadas las 19, la vicepresidenta informó a través de sus redes sociales que no estará en el búnker en Chacarita.
Si bien hay intendentes que creen que pueden pelear para llegar a un empate técnico, la mayoría cree que la primera sección electoral es difícil de dar vuelta y que el bastión que seguirá indemne será la tercera sección, donde el foco está puesto en La Matanza.
En el peronismo la percepción generalizada es que perderán por una distancia similar a la de las Paso o, en el mejor de los casos, achicarán un poco el margen en la provincia de Buenos Aires. En lo que respecta al interior, hay preocupación sobre el resultado que pueda obtenerse en Córdoba, donde algunas proyecciones marcan que el Frente de Todos podría caer por debajo de los dos dígitos y poner en peligro el ingreso de un diputado.
En Santa Fe, crecía el optimismo de Juntos por el Cambio. En Mendoza, advierten que el radicalismo hará una buena elección y logrará una victoria contundente. En tanto, en la Ciudad de Buenos Aires el Frente de Todos asume con resignación que María Eugenia Vidal estará cerca de duplicarlos en cantidad de votos.
Con respecto a La Pampa, provincia apuntada para intentar modificar el resultado de las Primarias, donde el peronismo perdió, las expectativas cayeron con el pasar de las horas. Después de cerrados los comicios, los primeros datos indicaban que no alcanzará para lograr un triunfo.
El Gobierno pondera el aumento en la cantidad de votantes –71% de participación– y que el aparato de movilización montado en el conurbano funcionó mejor que en las Paso. Hubo un trabajo territorial más exhaustivo por parte de los intendentes, que esperan que dé resultado y aumente la cantidad de votos en la zona más poblada de Buenos Aires.
Según explicó el ministro del Interior, Eduardo “Wado” De Pedro, los primeros resultados del escrutinio estarán cerca de las 21. Si la carga de datos funciona con normalidad, tal como sucedió en las Primarias, entre las 22 y las 23 tendría que haber una tendencia firme sobre el resultado final.
El presidente Alberto Fernández sigue de cerca lo que está sucediendo en las primeras horas posteriores al cierre de los comicios. Se encuentra en la Quinta de Olivos junto a sus principales colaboradores. Más temprano estuvo reunido con el canciller Santiago Cafiero y el ministro de Economía, Martín Guzmán.
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