Un joven prefecto que vive en Corrientes le dijo a su esposa que lo habían secuestrado, quien inmediatamente hizo la denuncia y la policía lo comenzó a buscar. Lo encontraron en un hotel alojamiento y lo detuvieron. 

Según publicó Crónica, el prefecto Martín Leiva le dijo a su pareja que unos desconocidos lo interceptaron mientras él conducía su camioneta Volkswagen Amarok, lo obligaron a bajar y lo subieron a una Kangoo blanca sin patente. Luego –continuó– lo llevaron contra su voluntad a un lugar donde lo maniataron. Incluso le mandó fotos a su mujer donde se lo ve inmovilizado. 

Su esposa entonces pidió ayuda a las autoridades y se realizaron diferentes operativos en varias partes de la provincia, pero sin resultados. Lo buscaron con rastrillajes terrestres y aéreos con un helicóptero de seguridad. Sin novedades, se evaluaron dos posibilidades: que era un secuestro extorsivo o que había sido víctima de una banda de narcotraficantes que operaban en la zona.

Resultó que no fue ni lo uno, ni lo otro. Por la tarde, unos oficiales informaron que el joven "secuestrado" estaba en un motel de la capital correntina ubicado sobre la Ruta Nacional Nº 12, el kilómetro 1.030. Agregaron que se había registrado él mismo en el lugar, por lo que no estaba allí en contra de su voluntad.

Pese a la preocupación de sus allegados, Leiva estaba bien y por tanto, lo detuvieron y fue llevado hasta la Comisaría 18ª para ser interrogado. Una fuente policial indicó que todo habría sido "una farsa, un invento" del joven.