Coronavirus y desigualdad: países con excedentes de vacunas debaten como donar 2.900 millones de dosis

Es que los tiempos covid transparentan sentidos de la raza humana. ¿Somos mejores o peores en tiempos de emergencia? ¿Solidarios y sensibles o egoístas y mezquinos? ¿Buena o mala gente? ¿La humanidad se congregará para resolver con acuerdos sus problemas de subsistencia o todo lo contrario?.

Hace algunas semanas, la publicación científica Science, órgano de difusión de la Asociación Estadounidense para el Avance de la Ciencia, publicó un informe revelador: “Los países que ahora luchan por las vacunas pronto tendrán excedentes para donar”.

Estados Unidos, el país con mayor cantidad de víctimas fatales por covid, ordenó el abastecimiento de más de mil millones de dosis adicionales a las necesarias para inocular a su población. Pero no es el único país que contrató a compañías farmacéuticas para abastecerse varias veces más con la cantidad de dosis que necesita su población.

“En los momentos de los contratos, nadie tenía en claro qué vacunas serian efectivas y los países poderosos fueron por todo. Los líderes de la salud mundial enfatizan que ha llegado el momento de descubrir como compartir esas dosis adicionales que quedaran en sus depósitos”, dice el informe científico.

Durante la primera ola covid en el norte del planeta, la Organización Mundial de la Salud (OMS) y otros grupos sanitarios crearon Covax para abordar las desigualdades esperadas en las vacunas, en parte solicitando dinero para comprar dosis para los países más pobres. Han logrado recaudar 6.3 mil millones de dólares, pero hasta la fecha ha estado al final de la línea de suministro de vacunas. Para fines de mayo, esta organización planea enviar solo 237 millones de dosis de una vacuna covid-19 desarrollada por AstraZeneca y la Universidad de Oxford a países que la necesiten.

Los próximos excedentes podrían proporcionar un gran impulso al suministro de Covax, pero la transferencia de la vacuna ya comprometida a un país en particular es un desafío, ya que según lo publicado en el informe científico no es tan simple como decirle a Covax dónde hay dosis de sobra.

La aparición de nuevas cepas y las dificultades burocráticas han dificultado las políticas de donación, según argumenta el informe la política nacionalista. En muchos países que han asegurado grandes suministros de vacunas están luchando por discutir abiertamente el tema. El “nacionalismo feroz de las vacunas” prevalecerá durante varios meses más. "Se vuelve políticamente sostenible compartir una vacuna cuando estamos en el punto en el que las vacunas persiguen a la gente en lugar de que la gente persiga la vacuna", dice el informe de Sciencie.

El nacionalismo feroz de las vacunas prevalecerá durante varios meses más

Covax ha optado por no aceptar donaciones dirigidas a poblaciones o regiones específicas del mundo. Pero China e India ya han donado más de 12 millones de dosis de vacunas covid-19 a países en particular, en lo que muchos ven como "diplomacia de vacunas". Es una estrategia que Estados Unidos podría emplear a través de Covax. Las donaciones de vacunas, dice, podrían "reconstruir esos lazos diplomáticos que sabemos que se han desconectado de la última administración".

En un informe reciente, Soumya Swaminathan, científico jefe de la OMS, destacó que para las naciones ricas, la equidad de las vacunas es una cuestión de interés personal. La vacunación del mundo ralentizará la aparición y propagación de mutantes, y también tendrá beneficios económicos. Según el informe, está claro “que a menos que todos estén protegidos en todo el mundo, la recuperación económica global no puede comenzar”.

Vacunas de sobra y compartir

Estos 11 países por sí solos podrían tener suficiente vacunas covid-19 para inmunizar a unos 2.900 millones de personas más allá de sus propias poblaciones. Las estimaciones de cuántas personas adicionales podrían vacunarse se basan en vacunas seguras y opcionales, algunas aún no están autorizadas para su uso y si cada una requiere una o dos dosis.

Fuente: Unicef