Se contagió coronavirus y debió aislarse 14 días, siendo abastecido de comida por su hijo.
Su pareja se enfermó y se aislaron simultáneamente pero en habitaciones separadas.
Iban a salir de vacaciones, una compañera de trabajo dio positivo y como estuvo con ella debió quedarse en su casa 10 días a la espera de posibles síntomas junto al resto de su familia.
Pasó Año Nuevo en casa, solo con su compañera e hijos y sin parientes, porque un amigo se enfermó y lo había visto 48 horas antes; él sin barbijo.
Llevar al extremo el distanciamiento social. Más allá de los dos metros, el barbijo y el ambiente ventilado, encerrarse en casa sin contacto con los demás es uno de los remedios más combativos contra el contagio del coronavirus; recetado (ordenado) para los casos positivos y sus contactos estrechos y recomendado para quienes tienen síntomas compatibles o bien, sospechas firmes de haberse contagiado. Así, las historias de aislamiento son tan diversas y múltiples como lo son las de los incumplimientos a esta medida sanitaria y hay números motivos.
La segunda ola se desató sobre Rosario y la creciente cifra de casos positivos se condice con el número de aislados en franco ascenso. De acuerdo a fuentes oficiales, actualmente unas 15 mil personas están aisladas en la ciudad ya sea por covid-19 positivo o por haber estado con alguien enfermo por más de 15 minutos, a menos de un metro y medio y sin barreras de protección y son monitoreados por los “llamadores” de la Municipalidad de Rosario (6 mil) y la Provincia de Santa Fe (8.749 el jueves pasado). Cabe destacar que es una cifra parcial teniendo en cuenta que no se incluyen los resultados positivos del sistema privado de salud y que son pacientes que no precisan internación.
"El aislamiento tiene una importancia fundamental, es el modo que tenemos de cortar la cadena de contagios y por eso hay que respetarlo, pero es difícil sostenerlo, no solo por cuestiones estructurales sino porque implica no tener contacto físico con otra persona”, sostuvo Silvina García, subdirectora de Centros de Salud de la Municipalidad de Rosario, en contacto con Rosario3.
Al frente de los 200 llamadores municipales –se trabaja en la ampliación de la cantidad ante el aumento de casos positivos–García conoce de cerca este fenómeno de la pandemia: “En general lo que vemos es que cuando una persona tiene un diagnóstico positivo entiende la necesidad de aislarse y surge la incertidumbre y el miedo de contagiar a sus seres queridos. Hay pocos que reniegan de la medida y no aceptan aislarse cuando tienen el diagnóstico”, indicó y ahondó: “La gran mayor de la gente cuando se les logra explicar motivos y riesgos en general sostiene el aislamiento”.
De acuerdo a la profesional, los llamadores encuentran cierta resistencia cuando más lejano es el contacto, más aún cuando se desconoce a la persona que es el posible foco de contagio. “Tuvimos momentos en el verano más difíciles por contactos estrechos de viajeros que no tenían diagnóstico y el positivo era un desconocido. Un ejemplo concreto es un contingente de un avión o un colectivo, surge un positivo y se decide aislar a todos y ahí algunos plantean que ellos no tienen que aislarse porque no tienen síntomas o porque creen que no tuvieron contactos riesgosos”, observó.
“Yo creo que la gente se ha acostumbrado, que es un modo más de cuidado. Hay personas que llamamos y nos dicen que es la tercera o cuarta vez que están aislados. Cuando es por primera vez, hay más preguntas pero en general no es fácil estar 10 días confinado”, advirtió y agregó en ese sentido: “Actualmente hay más jóvenes y adultos jóvenes contagiados, es el grupo etario que más se moviliza y se les complica en algunos casos aislarse con sus hijos entonces pensamos en alternativas. Les preocupa mucho lo laboral, por eso les damos las constancias formales para que presenten en el trabajo”.
Otro punto a favor es la disminución a 10 días del aislamiento para quienes no hayan sufrido síntomas tras haber sido contacto de un caso positivo: “Catorce días parecía imposible de cumplir, 10 de aislamiento y 4 más de cuidado intenso es más practicable”, reconoció.
Aislamiento preventivo
El autoaislamiento es recomendado para las personas que hayan estado en contacto con personas con síntomas de coronavirus o bien, presenten ellos mismos signos en su estado de salud compatibles con los del covid. “Aunque le parezca que son síntomas leves debe aislarse, si tiene son 10 días más y si no es covid, volverá a trabajar pero seguramente no habrá contagiado a nadie más”, remarcó e insistió al respecto: “Si tiene tos y dolor de garganta y va a trabajar y al otro día también son dos días que está contagiando, por eso hay que quedarse en casa y hacer una consulta telefónica y si hay criterio será hisopado”.
El aislamiento preventivo “tiene un alto impacto”, según la subdirectora municipal. “Antes me tomaba algo para bajar la fiebre e iba a trabajar o mandaba a los chicos a la escuela con mocos, ahora no podemos, tenemos que ser conscientes y quedarnos en casa hasta que se defina si es o no covid lo que se padece”, recomendó.
Seguimiento por teléfono
García explicó que los llamadores y llamadoras –el mismo trabajo efectúa el sistema de salud provincial– contactan a los casos positivos y a las personas con las que estuvo cerca y sin cuidados a lo largo de las 48 horas previas al día que expresó síntomas. “Es muy variable el número de contactos por cada caso pero en promedio son entre 3 y 5 aunque hay situaciones en que son muchos más. En ese sentido, apuntó a las reuniones sociales: “En los ámbitos laborales y educativos los cuidados son mayores y en los encuentros personales y afectivos se dan los relajamientos”, dijo.
Por estos días de ascenso de contagios, se comunican con unos 6 mil varones y mujeres. “Hacemos llamados diarios sí o sí a quienes tienen factores de riesgo, a los más jóvenes les exponemos las pautas más relevantes a seguir y les decimos que nos avisen si desarrollan síntomas o incorporan síntomas”, precisó y agregó: “Insistimos en que tengan los máximos cuidados remarcándoles que puede desarrollar síntomas y contagiar a otros”.