El coronavirus sigue circulando en la ciudad. Está en cada gotita mínima de saliva que vuela y se pega en esa boca, en aquella nariz, en esa mesa que una mano tocará para llevarse a los ojos, en un verdadero círculo enfermizo. Pero si el covid-19 sigue activo, ¿por qué hay menos personas que se lo pescan?
Rosario exhibe un descenso marcado de casos positivos. Es notable en las cifras de positivos y fallecidos por coronavirus que diariamente publican los estados provincial y municipal. Lejos queda octubre con picos de más de mil casos de coronavirus en Rosario y veintena de decesos por la enfermedad. También se respira en el aire: literalmente bajo el cielo que habilita encuentros sociales en espacios públicos y la apertura de nuevas actividades que le devuelven algo de “normalidad” a la vida en pandemia.
En contacto con Rosario3, el secretario de Salud de la Municipalidad de Rosario, Leonardo Caruana confirmó que el actual escenario local es distinto al de un mes atrás. “Poder decir que hay una evolución más favorable del escenario sanitario tiene, por lo menos, tres dimensiones”, advirtió y enumeró: una caída de las notificaciones de casos en el sistema nacional de vigilancia, un descenso de la ocupación de camas críticas y la percepción de los equipos.
“Bajaron los casos notificado las últimas 4 semanas. De un promedio de 1000 casos a 300, 400 casos actuales. Y esa tendencia se sostiene”, sostuvo y remarcó que la ocupación de camas –“era el indicador que valorábamos como un escenario crítico cuando teníamos ese número alto de casos”–, viene bajando también a un promedio del 60 por ciento y en este marco, las camas covid: la ocupación que en algún momento fue del 60 por ciento, hoy está entre el 15 y el 20 por ciento. Finalmente, Caruana aseguró que los trabajadores de la salud perciben una baja en las consultas para hisopados o por casos febriles y además, un uso menor de los insumos de protección personal.
“La pregunta es ¿por qué está pasando todo esto?”, cuestionó el funcionario, quien planteó primeramente: “Ahí entramos en un escenario de hipótesis, de probables, porque no hay todavía un conocimiento absoluto de la biología del virus y porque la prevención de este proceso no tiene que ver solamente con una cuestión biológica sino con una cuestión de comportamiento social”, indicó.
“Nosotros creemos que una parte muy importante de la población y posiblemente la mayoría viene cumpliendo medidas de prevención y protocolo tanto en los espacios laborales, los espacios públicos como en el hogar. A diferencia de los primeros meses sabemos mucho más qué cosas nos cuidan y qué cosas no y el cuidado de la población más algunos efectos que alivian en relación a la estacionalidad –porque sin hacer una asociación lineal se puede decir que el calor, el estar en ambientes al aire libre, el estar en espacios ventilados nos cuidan más –influyen, también tenemos que cuidar estas actividades porque pueden dar a la tendencia de la relajación y complejizar la situación”, expuso en relación al descenso de casos.
“Por eso decimos que el cuidado es muy importante y que es muy probable que ese grupo que no se enfermó y que sigue siendo el mayoritario –en las ciudades donde se ha hecho test de prevalencia la inmunidad es muy baja–significa que la gente se ha cuidado y que cuida y con esto a la población de mayor riesgo. Acá no hay una inmunidad de rebaño, sigue siendo población susceptible que se está cuidando”, aclaró.
Otra de las razones que esbozó Caruana tiene que ver con la respuesta sanitaria, es decir, estrategia pura. “El hecho de seguir trabajando en los últimos dos meses, que 42 centros de salud sigan hisopando, que todas las guardias tengan test rápidos para rápidamente investigar, aislar y detectar la cadena de contagios para seguir a cada una de las personas que sean contactos, hacen a la evolución de la curva, que no es un fenómeno matemático sino que tiene que ver con esas dos dimensiones: el comportamiento del cuidado y la respuesta de los servicios de salud que se dieron de forma oportuna”, explicó.
Caruana aseguró que “no hay conocimiento absoluto de la biología del virus” y apuntó al respecto: “En Europa ahora hay más contagios pero con menor letalidad, esto implica un cambio con respecto a la primera ola pero aún no tiene explicación, no hay conclusiones definitivas. Este escenario del sur provincial–destacó– no explica el incremento del norte de Santa Fe”. Por último, analizó: “Posiblemente haya un comportamiento viral pero no hay una relación unicausal, una causa- efecto, sino un complejo de distintos escenarios”.
El valor del cuidado
El secretario municipal rescató entonces la importancia de las medidas de prevención. “Si hay una gran parte de la población que se está cuidando es que los cuidado siguen siendo claves sobre todo para continuar la actual tendencia y abordar un escenario de mayor riesgo con lo que viene, que es la migración entre provincias, mayor actividades recreativas y vuelta de viajeros de otros países”, mencionó y concluyó: “Hay que sumar acciones que disminuyan el riesgo y el daño, entonces sigamos con barbijo y distanciamiento social, veamos a la menor cantidad de gente posible, si tenemos síntomas hagamos un rápido autoaislamiento y demos aviso para que se active la detección de otros casos. La suma de todos estos cuidados es la que tiende a la disminución de los contagios”.