El extraño caso de Dave Smith, ciudadano de Bristol, Inglaterra, comenzó a llamar la atención en los últimos días cuando se divulgó la noticia. El jubilado estuvo enfermo de covid-19 durante 305 días, lo que para la ciencia se considera, hasta ahora, como el caso más largo documentado desde el inicio de la pandemia.

El hombre de 72 años dio positivo en más de 40 PCR y fue hospitalizado por el virus en siete oportunidades. Hoy está recuperado y puede contar su traumática historia, en la que en 5 oportunidades creyeron que se enfrentaba a una muerte inminente.

Según informó la BBC, la primera vez que fue internado recibió el alta a los ocho días. Sin embargo, nunca terminaba de mejorar del todo y volvía mostrar disnea (falta de aire), sumado a que sufrió deterioros agudos intercalados asociados con la fiebre. Esos síntomas persistentes requirieron de nuevos ingresos al hospital en agosto, septiembre, octubre y diciembre.


“Cada vez que me iba mal, me iba muy mal: hasta las puertas de la muerte. Mi mujer Lynda me empezó a organizar el funeral cinco veces”, relató Smith en una entrevista.

El hombre tenía el sistema inmunológico debilitado antes de que fuera hospitalizado por primera vez, en mayo de 2020, tras presentar un cuadro de tos y fiebre.

La explicación del caso


El caso de Smith es extremadamente poco común, sobre todo por la cantidad de tiempo que le llevó eliminar el virus, pero es algo que puede ocurrir en personas inmunocomprometidas.

Así se lo explica a BBC Mundo Andrew Davidson, profesor de virología de la Escuela de Medicina Celular y Molecular de la Universidad de Bristol, en Reino Unido, y parte del equipo que investigó el caso de Smith.

"Normalmente tu sistema inmune se deshace del virus produciendo anticuerpos que se le unen, impidiéndole así que infecte a las células, y también con linfocitos T, que destruyen a las células infectadas con el virus y otros mecanismos", dice. Pero como el sistema inmunitario de Smith estaba debilitado, no podía combatirlo.

Esto puede ocurrir no solo con el SARS-CoV-2 sino también con muchos otras virus que pueden quedar dentro del cuerpo de forma permanente.

El virólogo aclara que la covid-19 de larga duración y la infección de covid persistente son dos cosas diferentes: mientras que en la primera ciertos síntomas como el cansancio o la dificultad para respirar subsisten pese a que el virus ya fue eliminado, en la segunda el virus está presente y activo.

Una hipótesis que está siendo investigada en el caso de la covid de larga duración es la posibilidad de que el virus siga estando dentro del paciente, escondido dentro de algún órgano, y por eso no es detectable.