Tras la muerte de 26 personas y más de 800 casos confirmados, las autoridades de China decidieron cerrar parte de la Gran Muralla a partir de este sábado para evitar la propagación del coronavirus.
Si bien la fortificación no estará cerrada en su totalidad, sí lo harán en la sección Badaling, una de las partes más visitadas por los turistas por estar situada a 80 kilómetros al noroeste del centro urbano de Pekín.
China se encuentra casi paralizada ante la propagación del virus: el transporte público fue suspendido en diez ciudades y se cerraron templos y sitios de interés turístico como las tumbas de la dinastía Ming y el parque Jingshan. La ciudad de Wuhan –donde se presentó el primer caso- mantiene a sus 11 millones de habitantes en cuarentena.
En tanto, los gobiernos de Pekín y Shanghái pidieron a los habitantes que regresan de las zonas afectadas que permanezcan en sus casas durante 14 días.
Según publicó MinutoUno, de 17 muertos y 500 casos anunciados esta semana, las cifras aumentaron luego de que la Organización Mundial de la Salud (OMS) decidiera no declarar una emergencia internacional. De 830 contagios, 177 se consideran graves, en tanto 34 pacientes fueron dados de alta.