La organización Médicos Sin Fronteras (MSF) destacó las medidas tomadas en Argentina, pero advirtió que Latinoamérica puede ser el próximo epicentro de la pandemia debido al rápido aumento de casos que se registran en Brasil, Perú, Ecuador, Chile y México.
Alertó que la peor situación la atraviesan las "comunidades vulnerables tales como migrantes, indígenas o personas que ya antes vivían en la calle y no pueden cumplir las normas de confinamiento".
Además, destacó las medidas tomadas en la Argentina permiten mantener bajo control la expansión del virus pero alertó sobre las deficiencias en los sistema de salud y la capacidad para realizar testeos masivos.
Según MSF, Brasil, el país gobernado por Jair Bolsonaro, es el que más los preocupa por la rápida velocidad de contagio, con más de 172.000 casos positivos y 12.000 muertes. Ana de Lemos, directora ejecutiva de MSF en Brasil, dijo que Perú, Ecuador, Chile y México son otros países con preocupantes cifras de contagios y evaluó que aunque la pandemia mostró que ningún país estaba preparado para responder a esta emergencia sanitaria, gobiernos como el de Argentina lograron controlarla.
Los pares de Lemos de México, Loïc Jaeger, y de Latinoamérica, Marc Bosch, coincidieron en que en la región sólo preocupan las consecuencias sanitarias de la pandemia sino también otras de índole humanitario como la proliferación de protestas en Colombia de quienes, por el confinamiento, se han quedado sin medios de sustento. Algo que se replica en todo el subcontinente donde las tasas de trabajo informal son altísimas.
Según los especialistas las cifras oficiales de la mayoría de los países de la región sólo reflejan una parte de los realmente afectados por coronavirus por "a la limitada capacidad de muchos de ellos para hacer tests".
Jaeger resaltó que "tenemos la impresión de que muchos países no están atendiendo a estas poblaciones, o peor, que están continuando con las deportaciones. Por ejemplo, en países como El Salvador o Guatemala, muchos de los pacientes contagiados son migrantes deportados desde Estados Unidos".
En tanto, Bosch aclaró que las deportaciones forzosas no solo las realiza el gobierno de Donald Trump sino que también las está replicando el gobierno mexicano de Andrés Manuel López Obrador, que meses atrás cerró un acuerdo con Estados Unidos para funcionar como barrera de contención a la inmigración ilegal. "Ponen a más gente en peligro y no ayudan a la mitigación de la pandemia", aseguró, según publicó M1.
Señaló que la pandemia incrementó otro conflicto que protagonizan los venezolanos en la frontera colombiana. "Muchos venezolanos tratan de cruzar la frontera para regresar a su país, al perder sus trabajos en Colombia y otras naciones de la región, algo que puede convertirse en una crisis muy profunda", dijo.
Las declaraciones de responsables de la organización sanitaria se producen el mismo día en que América superó por primera vez a Europa en casos de coronavirus, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), aunque 1,3 de los 1,7 millones de los casos del continente se concentran en Estados Unidos.