El Gobierno italiano busca "hacer todo lo posible" para salvar la temporada turística de verano y estimular un sector que aporta el 13% del producto, clave para la recuperación de una economía que en 2020 cayó 8,8% a causa de la pandemia.
"Queremos hacer todo lo posible para salvar la temporada de verano y permitir a los operadores turísticos que puedan trabajar, crear economía", planteó el canciller Luigi Di Maio en redes sociales.
La afirmación de Di Maio se da horas después de que a última hora del lunes el Gobierno que encabeza Mario Draghi anunciara la flexibilización de las medidas contra el coronavirus, con importantes señales para gastronomía y el turismo en general.
Desde el miércoles, según las medidas divulgadas por la web del Gobierno italiano, el toque de queda nocturno comenzará a las 23, y no a las 22 actuales, y durará hasta las 5 de la mañana. El nuevo cronograma de flexibilizaciones graduales prevé además que a partir del 7 de junio el toque de queda sea de la hora cero a 5, y que sea eliminado desde el 21 del mes próximo.
Por otro lado, el Gobierno decidió habilitar desde el próximo 1 de junio el consumo en el interior de bares y restaurantes durante todo el día, tras meses de manifestaciones de los gastronómicos en reclamo de medidas para el sector.
La flexibilización de las medidas se da dentro del plan gradual de salida de las restricciones iniciado a fines de abril, y por el que desde el domingo Italia ya no exige cuarentena a los turistas que lleguen desde la Unión Europea, Reino Unido e Israel.
En ese marco, algunas regiones anunciaron ya su intención de vacunar a los turistas que lleguen a su territorio. La sureña Apulia, la región más visitada por italianos entre 2013 y 2019, planea alcanzar la inmunidad de rebaño en torno al 19% y ya prepara un plan para vacunar a turistas en los 300 centros habilitados en su territorio, anunció hoy su gobernador Michele Emiliano en declaraciones televisivas.
Con la misma idea, las norteñas Liguria y Trentino Alto-Adige ya plantearon su idea de vacunar a turistas mientras que la central Toscana, la más visitada del país con cerca del 12% de los visitantes totales, planteó su idea de "primero vacunar a la población local" y luego abrir la suministración del fármaco a no residentes.
Además de las señales para atraer turistas europeos, Italia tiene vigente también la posibilidad de los vuelos denominados como "Covid free", que permiten el ingreso por razones turísticas desde Canadá, Japón, Estados Unidos y Emiratos Árabes para pasajeros que vuelen con test negativos hechos al momento del embarco en origen.
Por otro lado, Italia dispuso además un mecanismo de "pase verde" para permitir los viajes dentro del territorio a personas con test negativo, que ya hayan tenido la covid-19 o estén ya vacunadas, a la espera de la implementación de una iniciativa similar a nivel europeo, prevista para el mes próximo.
Hasta el momento, 8.847.529 personas, el 14,93% de la población del país, ya recibió el ciclo completo de vacunación, mientras que la pandemia ya causó 124.296 víctimas en el país, según publicó Télam.