Los contenedores “chorrean” basura. Muchas veces, hay más desperdicios afuera que adentro y el mal olor se expande por la cuadra. La escena, multiplicada en todos los barrios de Rosario, se complementa con, la cada vez más cantidad de gente que encuentra en estos volquetes la “comida” diaria.
El secretario de Gobierno municipal, Sebastián Chale, dio cuenta del incremento de la indigencia en la ciudad, que se palpa, se nota y se evidencia muy cerca de donde la mayoría de los vecinos y vecinas descartan lo que no les sirve. “Hay más gente revolviendo basura y durmiendo en la calle, los refugios están a tope, abiertos en verano”, señaló, en diálogo con Radiópolis (Radio 2).
“La asistencia alimenticia creció, por el costo de lo que valen los alimentos y el volumen”, manifestó y observó: “El reciclador organizado tiene vehículos y sabe cómo separar el cartón de otros materiales, pero acá hay un cirujeo nuevo, gente que se está volcando por primera vez a esto”.
Para el funcionario, el aumento de personas que revuelven los conteiner de basura para hacerse de los alimentos a pesar de que estén en mal estado, ante la ausencia de otros medios para subsistir, es un fenómeno “relativamente nuevo, pero se profundiza ahora”.
Y, de acuerdo a lo señaló, se está profundizando en el centro donde se concentran los locales gastronómicos que depositan los residuos de la producción en los contenendores, con lo cual, el cirujeo se facilita.