Sylvia Goldsholl, de Nueva Jersey, Estados Unidos, desafió todos los pronósticos al convertirse en una de las personas más longevas en superar el nuevo coronavirus, con 108 años. La anciana es ahora una sobreviviente de dos pandemias, ya que además había logrado superar la gripe de 1918 en Nueva York, cuando tenía solamente 7 años.

"Sobreviví a todo porque estaba decidida a sobrevivir", comentó. Mientras su sistema inmunológico combatía al covid-19, Goldsholl nunca necesitó atención hospitalaria.

"Tiene una mentalidad de sobreviviente", explicó el administrador del geriátrico donde reside la mujer, Michael Brienza, quien agregó: "Su familia la apoyó durante todo el proceso y ella siempre dice que al amor ayuda a superar las cosas".

Por su parte, su sobrino, Larry Goldsholl, contó que cuando lo contactaron de la Comunidad Allendale, donde vive su tía desde 2007, para comunicarle que estaba infectada. no supo bien qué pensar. "A estas alturas, ella ha sobrevivido a tanto... Bueno, esto podría ser el final, consideré. ¡Pero conociendo a Sylvia tendría que habérmelo imaginado!", agregó sobre la buena noticia de su recuperación. "Ella es muy valiente", dijo.

La historia de Goldsholl llegó incluso a oídos del gobernador de Nueva Jersey, Phil Murphy, quien celebró en un tuit su recuperación: "Una vida tremenda, un espíritu tremendo, y una tremenda demostración de fortaleza. A ti, Sylvia, te mandamos nuestros mejores deseos, y por muchos años más".


La mujer nació el 29 de diciembre de 1911 en Nueva York, en el hogar de dos inmigrantes rusos. "Fui la mayor de cuatro hermanos y la más inteligente de todos", contó. Rebelde para la época, Goldsholl nunca se casó ni tuvo hijos y dedicó su vida a trabajar como asistente administrativa.

Las pandemias de la gripe y el nuevo coronavirus no fueron los únicos momentos desafiantes que tuvo que superar, ya que también atravesó las dos guerras mundiales -aunque no estuvo en zona de ataques- y la Gran Depresión económica de 1929. Vivió con su familia hasta el 2000 y luego, cuando comenzó a necesitar más atención, en 2010 se mudó a la Comunidad de Allendale.

Según publicó Crónica, ahora se desplaza en una silla de ruedas, perdió un poco la visión y tiene dificultad para escuchar, sin embargo, demostró a todos su fortaleza con su increíble recuperación. "Ellos sabían que yo era especial", dijo sobre las expectativas de su familia al enterarse de que tenía coronavirus, y concluyó: "Cumplí con ellos".