Corea del Sur es uno de los países más prósperos de Asia, con tan solo 33 años de democracia en su haber, luego de su partición en 1948 que produjo una sucesión de dictaduras hasta 1987.
Datos del Banco Mundial estimó que su PBI per capita era de US$31.380 en 2018 y su economía supera a la de España o México y se asemeja a la de potencias europeas como el Reino Unido. Es la undécima economía mundial y sexta nación del planeta en volumen de exportaciones y en los primeros meses de la pandemia de coronavirus fue una de la naciones más afectadas junto con China por el virus.
Luego de una agresiva campaña de control de la enfermedad que incluyó aplicaciones de rastreo, testeos masivos y cierre de espacios públicos, el país se encamina a retomar su actividad económica pero con cambios que profundizan el distanciamiento social que arrastra desde hace décadas como pauta cultural de conducta.
La nueva normalidad surcoreana profundiza un concepto que se denomina “untac” y que la periodista Grace Moon explicó para NBC News como un compuesto entre las palabras en inglés “un” -que equivale a No en castellano- y “tac”, en referencia al contacto.
Moon puso de ejemplo un bar en la zona corporativa de Seúl en donde el barman toma el pedido de los clientes desde un mostrador, utilizando mascara y delantal. El empleado carga el pedido en una interface y que se lo transmite a Baris, un robot que hace las veces de camarero al imitar el movimiento humano a la hora de servir bebidas.
El bar Lounge X lleva un año en el negocio de la cafetería de alta tecnología y producto de la pandemia se lo puede considerar como un paradigma del concepto “no contacto”.
Si bien Corea del Sur nunca mantuvo un aislamiento social restrictivo como en países vecinos, Europa o lo que se vive en Argentina; el movimiento bajó drásticamente desde que afloró la pandemia. Recién ahora la vida retoma niveles de movimiento precoronavirus “pero con el reconocimiento tácito de que la interacción humana puede que nunca sea la misma”, contó la periodista Grace Moon.
"Las cosas que las personas no consideraban riesgosas ahora se perciben como peligros potenciales", dijo Kim Kyeong-hoon, director del Instituto de Investigación de Tendencias de Corea. "Simplemente respirar el mismo aire que un extraño es algo sensible ahora".
El término "no contacto" -explica la nota de la NBC News- ha cobrado nueva importancia en Corea del Sur durante la era del coronavirus. Pero el fenómeno había estado ganando impulso durante varios años. El artículo de Moon cita una encuesta realizada por la empresa de investigación de mercado Macromill Embrain en 2018 que indicó que el 85,6 por ciento de los surcoreanos esperaban un aumento en las operaciones sin contacto.
"Determinamos que está surgiendo una tendencia cuando una forma de vida cambia en una dirección diferente", dijo Kim Kyeong-hoon. "Pero en el caso del paradigma no contactado, es una tendencia preexistente que simplemente se ha visto obligada a acelerar dramáticamente", cita la periodista.
Compañías como Hyundai Card Co., la unidad de tarjetas de crédito de Hyundai Motor Group, lanzó recientemente Digital Lover. Una tarjeta impulsada por la entrada de Corea del Sur en un mundo basado en la elección de servicios de suscripción no contactados como Netflix, YouTube Premium o tiendas de música en línea como Melon.
Pero no todas las empresas se pueden adaptar al paradigma de “no contacto” sin afectar el mercado de trabajo humano. Comercios pequeños como restaurantes al paso, que se vieron afectados con fuerza por la pandemia, lo mismo que el sector gastronómico de Argentina, están utilizando aplicaciones de “no contacto” para tomar pedidos de sus clientes en los mismos establecimientos. Esto puede reducir hasta en dos personas un negocio que antes era dirigido por tres.
Moon describe una situación de este tipo de la siguiente manera: “Saltando saludos, los clientes de Green and Grain ahora se dirigen directamente a un asiento vacío y envían un mensaje de texto con su pedido y número de mesa usando KakaoTalk”, una aplicación de mensajería que se utiliza en el país asiático. “Todavía es posible ordenar a la antigua usanza, en el mostrador, pero rara vez alguien lo hace ahora", le comentó la dueña del lugar de comidas a la periodista.
Esta aceleración en la robotización de la vida económica surcoreana puso en agenda la pregunta sobre qué va a pasar con los trabajadores que queden al margen del mercado laboral.
Según una encuesta realizada por el Instituto de Investigación Económica de Corea, aproximadamente un tercio de las empresas en Corea del Sur pueden despedir trabajadores si su economía no se recupera pronto.
Kang Insoo, profesora de economía en la Universidad de Mujeres Sookmyung, dijo a la periodista de NBC News que ha habido una reorganización abrupta del mercado de una cadena de valor global a una regional.
"Todos estamos esperando la vacuna, pero a medida que esperamos, el déficit gubernamental aumenta y se espera que la tasa de desempleo aumente en junio", dijo Kang a NBC News. "La capacidad de recuperación depende de la rapidez con que se implementen las políticas destinadas a salvaguardar los sindicatos y crear una red de seguridad social".
El 7 de mayo, el gobierno surcoreano dijo que se centraría en impulsar la IA y la tecnología inalámbrica 5G como parte de su New Deal post pandemia. Un paquete de estímulo económico inspirado en las políticas de la era de la Gran Depresión que siguió al colapso de 1929.
El gobierno de Corea del Sur planea crear un fondo para apoyar el desarrollo de IA, construir sitios para pruebas de robots y ayudar a las empresas a lanzar nuevos servicios que hagan uso de datos y dará apoyo a la construcción de una red 5G a nivel nacional, según informó Bloomberg en base a un comunicado oficial.