La muralla roja, situada en la Urbanización de la Manzanera, de Calpe, España, fue creada en el año 1973 por el artista y arquitecto Ricardo Bofill. Se trata de un edificio de 50 departamentos, varios patios secretos, piscinas ubicadas en puntos claves del espacio y terrazas que poseen maravillosas vistas al mar. Lo llaman "el edificio Instagram" por la gran cantidad de turistas que recibe.

Formas geométricas se imponen y dominan el interior de la estructura hasta provocar que, quienes visitan La muralla roja, se deslumbren porque desfilan de forma permanente entre lo público y lo privado del laberíntico edificio. Este edificio es conocido como “el edificio Instagram” por la gran cantidad de turistas que se acercan a diario para obtener las mejores tomas y luego subirlas a la red social.

Son tantos los visitantes que los vecinos del lugar (porque es una propiedad privada), hartos de esquivar las fotos, cuelgan carteles en los alrededores de la propiedad para recordar que su hogar no es un espacio público.

El recorrido por las instalaciones está compuesto por un menjunje de torres, escaleras, puentes, pasarelas y patios que tienen conexión entre sí y que desembocan en una azotea. Al llegar allí, se consigue vencer al arquitecto porque es el fin del laberinto. En él, los ángulos se retuercen en formas y colores, mientras que en uno de sus extremos hay una piscina griega en forma de cruz.

Patricia Buscos, una interiorista española muy popular en territorio ibérico, declaró que “Te das cuenta como todo está pensado y diseñado. Desde los colores que ayudan a resaltar ciertos volúmenes y a que otros se fundan con el entorno, hasta las sensaciones que el arquitecto quería transmitir con su obra”.

Inspiración para “El juego del calamar”

La serie surcoreana mostró una estructura arquitectónica que era, como mínimo, especial y creíamos original. Lo cierto es que el laberinto que sus protagonistas atraviesan a lo largo de los capítulos, tienen su sustento edilicio en La muralla roja española. Ubicada en Calpe, localidad de la costa de Alicante, tiene gobernantes quienes, ni lerdos ni perezosos invitaron a los productores del éxito a que los visiten.

Pese a que, hace unos años, según informa TN, los vecinos dejaron en claro que no quieren más “Instagrammers”, la serie de Netflix y las palabras de la alcaldesa, Ana Sala, reavivaron las cenizas de fanáticos de la fotografía y encendieron la llama del turismo.

“Invitamos al director y al equipo de El juego del calamar a que visiten Calpe y conocer de primera mano el emblemático edificio” fueron las palabras de la gobernante en sus redes sociales para que visiten el lugar.

Así, intentan que los más de 150 millones de fanáticos de la serie visiten la localidad para descubrir un sitio muy similar al del proyecto audiovisual de Netflix.