Este martes comienzan las audiencias que, una vez finalizadas, darán lugar a la sentencia, prevista para el 15 de diciembre, por el crimen del pastor y ex concejal Eduardo Trasante, ocurrido el 14 de julio de 2020. Al debate oral no llegan los autores materiales ni intelectuales del crimen, quienes hasta al momento no pudieron ser identificados en la investigación del Ministerio Público de la Acusación (MPA). Los cuatro detenidos por el hecho van a juicio como partícipes necesarios del asesinato de Trasante, y tanto la querella que representa la abogada Gabriela Durruty como los fiscales Gastón Ávila y Matías Edery adelantaron que solicitarán la pena de prisión perpetua para los cuatro acusados.
Desde Ciudad Futura remarcaron que “el camino recorrido para llegar hasta esta instancia fue largo”. Gabriela Durruty, abogada querellante en representación de Carolina Leones, viuda de Trasante, señaló: “Desde el primer día de la causa sostuvimos que el asesinato de Eduardo se dió en el marco de un plan, y que las cuatro personas imputadas, además de coordinar sus acciones, realizaron aportes indispensables para la realización del hecho. En la audiencia preliminar logramos que eso se ratifique, con lo cual estos serán los lineamientos que guiarán ahora el desarrollo del juicio oral y público”.
En un comunicado de la agrupación política, destacaron: “Desde el primer minuto dijimos que este era un crimen planificado para dar un mensaje mafioso, y que la lucha por justicia no era sólo en el ámbito judicial, sino también para retomar su ejemplo y continuar su pelea por una ciudad libre de desigualdades y violencias, sin impunidad”.
La primera audiencia del juicio oral está prevista para el martes a las 8.30 en el Centro de Justicia Penal de Rosario.
Eduardo Trasante, padre de Jeremías, uno de los chicos asesinados en el triple crimen de Villa Moreno en la madrugada de Año Nuevo de 2012, murió baleado en su casa el 14 de julio de 2020. Según la investigación, dos personas que dieron varias vueltas en automóvil por la manzana en la que está ubicado el domicilio, tocaron a la puerta de la vivienda y, tras mencionar que buscaban a una de las hijas del pastor, ingresaron. Cuando la pareja de Trasante lo llamó y el hombre bajó de la planta alta, fue asesinado de dos tiros delante de sus familiares.
El ingreso y egreso de los agresores quedó registrado en una cámara de videovigilancia, y el tiempo que estuvieron en la vivienda fue de seis minutos.
Los imputados en la investigación judicial son el piloto civil peruano condenado en dos causas por narcotráfico, Julio Rodríguez Granthon, Alejo Leiva, Facundo Sebastián López y Brian Nahuel Álvarez.
Los cuatro llegan a juicio por el delito de "homicidio doblemente calificado por precio o promesa remuneratoria y con el concurso premeditado de dos o más personas, agravado por el uso de arma de fuego" en calidad de partícipes necesarios, informó el Ministerio Público de la Acusación (MPA).
Los acusados están señalados por cumplir diferentes roles con el fin de conseguir el Peugeot 308 blanco robado que utilizaron los asesinos de Trasante, cuya identidad todavía se desconoce.
Rodríguez Granthon, preso en el penal federal de Ezeiza, habría sido quien solicitó a otros de los imputados que consiguieran el vehículo empleado en el crimen, que fue encontrado unos días después.
Trasante, una vida cruzada por la violencia
Trasante ganó notoriedad pública tras el triple crimen de Villa Moreno, durante el largo período de reclamo de justicia. En diciembre de 2017 fue electo concejal por el partido local Ciudad Futura, pero un año después dejó la banca por una denuncia de acoso.
En su actividad pastoral, en las cárceles, Trasante conoció a los asesinos de su hijo Jeremías, que fueron condenados, y los perdonó, según había contado.
En 2014, otro hijo del pastor, llamado Jairo, fue asesinado a la salida de un boliche bailable, tras una persecución originada en una presunta pelea.