“Ya no hay más ofertas por hoy, se fue todo al carajo”. Así de clara y contundente es la forma que un comerciante del centro de Rosario encontró para expresar su hartazgo con la inflación, a través de un pizarrón en la vereda con esa frase. Y también se anima a dar consejos a sus clientes para poner cada uno “un granito de arena” y combatir la desenfrenada escalada de los precios.

Juan tiene un mercadito en Santa Fe al 1400. Es una zona de permanente circulación pero, asegura, cada vez vende menos porque los productos no paran de aumentar.

“Es alevoso lo que está pasando, los aumentos no paran y no podés trasladar todo a los precios porque no vendés. Un sachet de yogurt no puede estar a 400 pesos”, se quejó el comerciante desde el móvil de El Tres.

Sobre el cartel en el exterior de su negocio explicó: “Me agarró un día de furia. Si trabajando te estás fundiendo, imaginate si no trabajás”, reflexionó.

“Los formadores de precios de los grandes cadenas van a hacer que el sistema en algún momento se caiga porque la gente no puede seguir pagando estos precios. Entonces, no esperemos que ellos o los gobernantes hagan algo, lo tenemos que hacer nosotros”, señaló.

En ese sentido, sugirió que “si un fideo aumentó 50 y el otro 100, no compremos el que aumentó 100. Nadie se va a morir por consumir otra marca, están todos homologados para poder venderse”. Considera que con ese castigo, las primeras marcas se verían obligadas a bajar sus montos.

Por último, Juan contó un caso reciente en su comercio, como una foto del momento que vive el país: “El otro día un chico me compró una merienda de 300 pesos con tres medios de pago. Una parte con Billetera Santa Fe, otra con débito y le sobraban 30 pesos en el bolsillo para completar los 300 pesos. Con eso ya te digo todo”.