Chile anunció este lunes la reapertura de diez fronteras terrestres con Argentina y Perú, cerradas por casi dos años debido a la pandemia de coronavirus, pero bajo rigurosos requisitos para los visitantes.
Los pasos terrestres serán rehabilitados en dos etapas, la primera de ellas el próximo miércoles, con el de Futaleufú, Huemules y el Paso Integración Austral, en el sur del país y fronterizos con Argentina, los dos primeros con la provincia de Chubut y el tercero con la de Santa Cruz.
El 4 de enero abrirán los puntos Chacalluta en el límite norte con Perú, y otros cinco pasos hacia Argentina: el Paso Agua Negra (San Juan), Los Libertadores (Mendoza), Pino Hachado y Cardenal Samoré (Neuquén) y Dorotea (Santa Cruz).
"Así como hoy tenemos el paso habilitado en los aeropuertos de Iquique, Antofagasta, Región Metropolitana, Punta Arenas y están llegando cruceros, ahora es el turno de habilitar los pasos fronterizos terrestres", expuso el subsecretario de Turismo, José Luis Uriarte, durante el reporte de la situación de la pandemia.
Los extranjeros que ingresen a Chile por estas fronteras tendrán que homologar su proceso de vacunación completo, acceder a una declaración jurada, contar con un seguro de salud y, cuando lleguen serán sometidos a un examen de PCR, detalló el funcionario, citado por la agencia de noticias AFP
Chile iba a reabrir algunas fronteras terrestres a fines de noviembre, pero la llegada de la nueva variante Ómicron obligó a postergar la medida.
El cierre de fronteras aéreas, terrestres y marítimas fue decidido por el Ejecutivo el 17 de marzo de 2020, casi dos semanas después de confirmarse el primer caso de covid-19 en Chile. Desde noviembre del año pasado, se anunció el ingreso gradual de turistas, primero por vía aérea.
Chile suma 1.7 millones de contagios y 38.000 fallecidos desde el inicio de la pandemia, según el último parte sanitario.
El país tiene a más del 90% de la población mayor de 18 años vacunada con las dos dosis y espera prontamente aplicar un tercer refuerzo por la irrupción de Ómicron, de muy veloz propagación y alta contagiosidad, si bien menos letal que su antecesora Delta, según los últimos informes de la Organización Mundial de la Salud (OMS). La semana pasada, Chile reportó casi 30 casos de Ómicron.