Las apps de delivery explotaron en tiempos de cuarentena ya que canalizan hoy una enorme proporción de las ventas de los negocios gastronómicos. Pero sus trabajadores, los repartidores, padecen una situación laboral de precariedad, por la que la Asociación Empleados de Comercio montó una carpa en la plaza San Martín.
La carpa no solo para protestar por esta situación, sino que ofrece una solución concreta a uno de los tantos problemas de los cadetes: un baño químico.
Es que los trabajadores de al menos una de estas aplicaciones tienen como una de sus bases de operaciones la plaza, sin que la empresa haya previsto ningún tipo de cuidado hacia ellos.
Juan Gómez, de Empleados de Comercio, explicó que hacían sus necesidades fisiológicas en los árboles y que por eso, además de la carpa, pusieron un baño químico.