Una caravana del dolor. Así se podría definir al cortejo que este viernes acompañó los restos de Gerónimo Escobar, el taxista de 57 años asesinado este viernes en Callao y Centeno, al cementerio La Piedad.
Decenas de taxistas acompañaron a la familia de Escobar, que fue baleado en el pecho cerca de las 4 de la mañana, en un aparente intento de asalto. Los tacheros habían realizado un paro entre las 10 del jueves y las 6 de viernes en señal de duelo por el crimen.
La pareja de Escobar había revelado que el taxista asesinado no trabajaba habitualmente de madrugada, pero que había decidido hacerlo para asgasajar a su hijo con un asado el domingo, cuando cumple años.