Cada vez más personas con conflicto con la ley penal ingresan a la Colonia de Oliveros derivadas por la Justicia. La situación desvirtúa y complica la permanencia de los enfermos y enfermas quienes deben convivir con presos que carecen de “criterio de internación”. La situación fue denunciada por los trabajadores del psiquiátrico ubicado en el kilómetro 356 de la ruta 11.
En contacto con Radiópolis (Radio 2), Marino Oliva, supervisor de Enfermería de la Colonia Psiquiátrica de Oliveros, confirmó que los trabajadores se encuentran en estado de alerta y movilización porque la Justicia deriva cada vez más presos al hospital. De acuerdo a lo que indicó, uno de cada tres pacientes presenta conflictos con la ley y que, actualmente, hay 28 presos que no tienen criterio médico para estar internados por sobre unos 120.
“La atención en el hospital está saturada”, sostuvo el supervisor del psiquiátrico, quien aseguró que no pueden ejercer su trabajo como es debido: “No podemos cuidar como corresponde, queremos avanzar a una transformación a un hospital monovalente pero no, se está transformando en una cárcel. Estamos en lucha, en asamblea, hace algunos años había uno o dos presos pero esto viene avanzando y nadie nos da una respuesta”, sostuvo.
Oliva explicó que se trata de personas que son derivadas por jueces pero que, cuando son examinadas, no tienen condiciones mentales compatibles con cuadros psiquiátricos que precisen un tratamiento médico prolongado. Sin embargo, la situación es tal que prevalece el personal del Servicio Penitenciario por sobre el de salud: “Hay salas en que hay 3 enfermos y 13 custodios”, graficó.
De acuerdo a lo que expuso y también publicó el sitio Infomás, cada persona que ingresa al hospital mantiene una entrevista médica en la que se diagnostica y se deciden las acciones médicas a seguir. Según Oliva, “a estos pacientes los tenemos que recibir sí o sí porque vienen con orden de un juez que establece que permanezcan hasta resolver su problema legal, no hay criterio médico”, insistió y precisó: “Puede ser que precisen tratamiento, pero podrían hacerlo en la cárcel”.
“El juez no nos escucha, nuestro informes no son vinculantes a las causas”, se quejó y remarcó que la presencia de presos pone en peligro a los pacientes que padecen trastornos mentales. Ante este panorama, los aproximadamente 250 empleados del hospital mantendrán el estado de alerta y movilización y el jueves próximo se reunirán en la ruta para visibilizar el reclamo de solución.