Los primeros días fuera del vientre son muy complicados para los bebés de madres adictas. Padecen estado de abstinencia y otros problemas de salud. Para remediar esto, en Estados Unidos publicaron una "vacante" para solicitar voluntarios que abracen a los recién nacidos y que estos puedan sobrellevar mejor los efectos de dejar las drogas.
Muchos bebés pasan semanas o meses en el hospital mientras se van desintoxicando, por lo que a veces no están con sus padres o madres. Para ellos, un abrazo puede ayudarles a sentirse mejor.
Según publicó Quehacemossalta.com, diversos estudios demostraron los beneficios del contacto humano en los primeros días de vida de los bebés, además de que el personal médico ha confirmado que los voluntarios que acuden a abrazar a los pequeños mientras les cantan o susurran cosas dulces, provocan un efecto positivo.
"Estos bebés necesitan sentir amor, contacto humano y una voz suave para consolarlos cuando sienten dolor. Y los padres se sienten mejor sabiendo que, incluso cuando no pueden estar ahí, hay alguien que está meciendo y abrazando a su bebé", menciona Mary Ann Malloy, jefe de enfermería de la unidad de cuidados intensivos neonatales en el Centro Médico Einstein en Filadelfia.
Malloy señaló que muchas veces se sienten impotentes cuando los bebés están inconsolables, pero sólo basta que llegue un voluntario para que se tranquilicen. Los bebés sufren lo que se conoce como síndrome de abstinencia neonatal (SAN) que se produce porque sus madres tomaban analgésicos y drogas como la heroína o metadona durante el embarazo.
Los síntomas dependen de lo que la madre consumía, pero algunos de los más comunes son: llanto excesivo, fiebre, irritabilidad, respiración rápida, convulsiones, trastornos del sueño, temblores, vómitos y sudoración, entre otros.
Para tratar el síndrome, se requieren de medicamentos y observación en el hospital; sin embargo, recibir abrazos ayuda a reducir el tiempo de estadía y las dosis de los fármacos. En algunos casos, los bebés muestran otras mejorías como aumentar de peso más rápido.
Se buscan "abrazadores"
El reclutamiento de los "abrazadores" es una práctica muy común en Estados Unidos y es utilizada desde 1980, con el objetivo de tranquilizar y ofrecer calor humano a bebés prematuros y a los nacidos de madres adictas al crack, situación que ha aumentado en los últimos años.
De acuerdo a datos del Instituto Nacional sobre Abuso de Drogas, cada 25 minutos nace un bebé con SAN y en 2013, un mayor número de mujeres confesó haber tomado analgésicos prescritos durante el embarazo así como un abuso de analgésicos recetados.
De 2000 a 2015, los casos se incrementaron en un 250%, con casi 20 de cada 1.000 recién nacidos, según indicó el Consejo de contención de costo de los servicios sanitarios de Pensilvania.
¿Cómo ser abrazador?
Para poder ser voluntario, hay que registrarse en los hospitales y una vez que se es aceptado, acudir a un curso de capacitación. El Thomas Jefferson University Hospital, en Filadelfia, proporciona un curso para indicar a los nuevos “abrazadores” cómo deben realizar su trabajo.
Una vez que acreditan la capacitación, hacen turnos de tres horas supervisadas. La respuesta de la comunidad fue tan favorable que incluso ya no se aceptan más voluntarios, sino hasta mediados del año.
Otro lugar a favor del programa es el Centro Médico de Boston, que tiene un programa llamado “CALM” (calma), las siglas de Cuddling Assists in Lowering Maternal and Infant Stress (“abrazar ayuda a la reducción de estrés de la madre y el niño”).
Quienes dirigen los programas y que ya cuentan con cupo lleno, sugieren a los que deseen ayudar, acudir centros de acogida de mujeres y niños, ya que ahí también se proporcionan servicios a las madres que luchan contra las adicciones.