La Aduana lleva recaudados en el presente año casi 7,5 millones de pesos, correspondientes a "consumos de alta gama no declarados por turistas argentinos provenientes de España", según informó este jueves el propio organismo.
"El intercambio de información con España pone a la Aduana argentina al tanto de los detalles de las compras en forma fehaciente, aunque los turistas intenten negarlas", advirtió el organismo, en un comunicado.
Se indicó que "cuando turistas piden la devolución del IVA en aeropuertos ibéricos, la Aduana recibe una alerta de información, por lo que le pide a la Dirección de Migraciones identificar el vuelo con los pasajeros en cuestión, que al arribar al país son revisados para verificar si tienen declarados o no los bienes".
"Entre los casos más emblemáticos de este año se destacan un reloj valuado en 15.375 euros, cuya tributación aduanera fue de 960.804 pesos, y un reloj de 52.066 euros que inicialmente quedó retenido en Ezeiza, ya que el pasajero no contaba con suficiente capital para cancelar su obligación tributaria. Finalmente, seis días más tarde, abonó los $3.169.385 correspondientes para poder retirarlo", se informó.
Aduana indicó que "el intercambio de información con España es fundamental, dado que en muchos casos los turistas traen los bienes puestos, argumentando que ya los poseían antes de salir del territorio argentino. Sin embargo, el conocimiento certero que la Aduana argentina tiene de los detalles de las compras le permite ser inflexible".
En lo que va de agosto, también en vuelos provenientes de Madrid, fueron detectados un brazalete de 5.938 dólares, dos relojes Hublot de cerca de 10.000 euros cada uno y un reloj Tag Heuer de 5.343 euros. Tributaron, respectivamente, $324.1635, $581.394, $475.388 y $280.000.
Además, se puede destacar la detección, también este año, de un reloj Cartier de 5.165 euros, por el que el pasajero tributó $273.486; unos aros de 5.082 euros, que resultaron en un pago de $321.418,50; un brazalete de 5.910 euros, cuyo tributo consistió en $395.178 y, finalmente, un anillo de 3.843 euros, que tributó $201.792,50.