Una mujer murió tras recibir un disparo de un guardia de seguridad del Congreso durante el asalto al Capitolio por parte de los manifestantes de Donald Trump. Así lo confirmaron varias fuentes gubernamentales al diario The Washigton Post. De este modo se contabiliza la primera víctima mortal tras el asalto al Capitolio.
Según relata el medio estadounidense, cuando los seguidores de Trump ingresaron al Congreso, los guardias de seguridad del Capitolio respondieron con balas al avance: uno de los disparos impactó en el cuerpo de la mujer, aparentemente desarmada. La mujer fue trasladada de urgencia y minutos después, en el hospital confirmaron la muerte.
Por otra parte, las crónicas locales informan de otros cuatro heridos, que serían de levedad y pertenecientes a las fuerza de seguridad, que se vieron obligadas a actuar ante el asedio al Capitolio mientras se formalizaba el triunfo de Joe Biden en la sesión de ambas cámaras del Congreso. El hecho, que no registra antecedentes en la bicentenaria democracia norteamericana, se produjo como punto culminante de la marcha de adherentes al magnate, que llegó a Washington con la consigna de que Trump fue víctima de fraude electoral.
Los manifestantes rompieron ventanas y abrieron puertas a la fuerza hasta superar a la Policía del Capitolio, que asegura las instalaciones del Legislativo. Las fuerzas de seguridad lanzaron gases lacrimógenos en la escalinata del edificio, pero decenas de personas consiguieron entrar a los salones de plenos de la Cámara de Representantes y del Senado mientras los legisladores eran evacuados de emergencia, así como el vicepresidente Mike Pence.
Pence debía presidir la sesión en el Congreso de Estados Unidos que iba a certificar la victoria de Biden, pese a las infundadas denuncias de fraude por parte de Trump. Al tiempo que se producía el asalto, el mandatario tuiteó: "Pido a todos los que están en el Capitolio que se mantengan pacíficos ¡Sin violencia! Somos el partido de la ley y el orden. Respeten la ley y a nuestros hombres y mujeres (policía) en Azul".
Tras alrededor de una hora de caos, centenares de manifestantes que se habían concentrado alrededor del vetusto edificio de mármol del Capitolio comenzaron a abandonar lentamente la zona de origen de las tensiones. No obstante, todo el Distrito de Columbia se situará en toque de queda y se han activado varias unidades de reservistas de la Guardia Nacional y fuerzas de seguridad federales para garantizar la seguridad.