La emoción es demasiada y se escapa por la mirada brillante. Rubén Tomé, el primer director técnico de Ángel Di María festejó la victoria argentina en la Copa América con la simpleza de lo grande: desde el barrio donde supo compartir los primeros pasos del Flaco, con una bandera argentina en sus manos, en compañía de sus nietas.

Tomé fue el primero formó la mítica categoría 88. Ángel y Rubén se conocieron a inicios de 1994 en la cancha de El Torito, en Camino de los Granaderos 2321. Según ha contado en reiteradas oportunidades, el por entonces joven entrenador se propuso crear una nueva categoría infantil y cuando buscaba a esos niños, dio en Perdriel al 2000 a uno muy flaquito y desgarbado haciendo jueguitos con la pelota.

Habló con los padres y con la abuela porque le vio futuro. Lo entrenó, entendió sus habilidades Y sufrió muchísimo cuando se lo llevaron a Rosario Central “por 10 pelotas” de aquel momento. A partir de entonces, la gloria acompañó a Di María que anoche cerró su paso por la Selección a pura grandeza.