Junto al despliegue realizado este jueves en Rosario de los 575 agentes de las fuerzas federales y los distintos vehículos de apoyo, el ministro de Seguridad de la Nación, Aníbal Fernández, aseguró este jueves al mediodía que los gendarmes “no vienen y se van, se quedan”.
El funcionario señaló que no se trata de un desembarco más en la ciudad ante una crisis de seguridad, como ya ocurrió seis veces en los últimos años, y resumió: “La diferencia es que vienen pero no se van”.
Fernández dijo “no se han conseguido objetivos lo suficientemente importante” frente al problema del narcotráfico y el delito complejo en la ciudad y definió que el primer paso de su gestión fuera un acto concreto.
"Por eso, la creación de esta nueva región (en marzo de 2022), que será más importante que un destacamento móvil, es más profundo”, aclaró en relación al anuncio de hace dos semanas.
En concreto, en marzo se instalará en la ciudad una regional con mil gendarmes fijos (será “una construcción seca”). Habrá un comando también en la capital provincial y tendrán jurisidicción sobre las rutas con accesos a ambas ciudades.
Fernández afirmó que la tropa arribada a la ciudad es “personal del máximo nivel; no hay gente nueva, hay cuadros para trabajar como se ha requerido”.
“No es un problema de los santafesinos, es un problema de los argentinos y por eso estamos tomando esta decisión”, afirmó.
Si bien el ministro señaló que “estamos preparados para trabajar con la justicia federal”, aclaró que buscan un trabajo conjunto con fiscales y fuerzas provinciales. Recalcó que harán “inteligencia criminal” contra el narcotráfico y los delitos complejos que “hicieron metástasis en actividades lícitas y no lícitas”.