Un presunto integrante de Los Monos fue imputado este viernes por haber estado detrás del reparto de folletos intimidatorios –dirigidos a los fiscales Pablo Socca y Matías Edery– en edificios públicos entre el miércoles y jueves de la semana pasada. Su caída ocurrió el martes pasado y se dio gracias a que se detectó la huella dactilar de su pulgar izquierdo en uno de los panfletos.

Juan Manuel Santa Cruz, de 26 años, fue acusado por la fiscal de Balaceras Valeria Haurigot por dos hechos puntuales: por la huella de su dedo en uno de los carteles, que fue el que arrojaron dos mujeres el miércoles por la tarde en la sede de la Agencia de Investigación Criminal (AIC), en Lamadrid al 500 bis. Y también porque al momento de su aprehensión tenía dos armas de fuego.

Si bien los folletos intimidatorios –y que escrachaban a personas relacionadas al mundo narco en Rosario– fueron dejados en varios lugares, como el Centro Municipal de Distrito Sur, hospital de Niños Zona Norte y policlínico Pami II, la fiscal solo lo imputó por el papel dejado en la AIC.



El apellido de Santa Cruz figura recientemente en el sistema judicial de Santa Fe. Es porque el 15 de agosto pasado fue demorado con una moto robada y posteriormente liberado.

El mismo sospechoso fue allanado por la División de Inteligencia de la Agencia de Investigación Criminal el pasado martes en Magnano al 6500, en barrio de La Carne, donde no fue localizado. Horas después, fue arrestado por los mismos agentes en Hungría y Ayacucho junto a Leonel Alejandro Denis, de 19 años.

Minutos después de las detenciones, y con autorización judicial, los policías allanaron una casa en ese punto de barrio Molino Blanco, donde se encontraron 70 municiones (50 eran calibre 40 y las restantes 20 eran calibre 9 milímetros). Ese domicilio llamó la atención un dato escalofriante: es el mismo en el que se encontraron cuatro armas de fuego –entre ellas, una ametralladora y una UZI tumbera– por el ataque a tiros contra el policía motorizado Gabriel Sanabria.

De hecho, en la casa se incautaron documentaciones de Brian Brito y Mariana Meyer, personas imputadas por encubrimiento dentro de esa investigación que realiza la fiscal de Homicidios Dolosos Gisela Paolicelli.

En ese inmueble también fue encontrado un adolescente, presunto integrante de la banda de “Los Picudos”, cuya huella dactilar fue hallada en el auto desde el que partieron los tiros contra Sanabria.

A Santa Cruz cuando lo arrestaron le secuestraron un revólver calibre 357 Magnum con numeración visible con 6 municiones en el tambor y una pistola calibre 9 milímetros sin numeración y con 12 municiones. Además, se le incautó un botinero que tenía 76.300 pesos, tres piedras de cocaína, dosis en bolsitas y un celular.

Una de las dos armas que portaba el presunto miembro de Los Monos había sido denunciada como robada el 9 de junio de 2011 por un policía que trabajaba en la comisaría 11ª. Tras la audiencia, seguirá detenido con prisión preventiva.