La monarca Isabel II de Reino Unido falleció hoy a los 96 años y tras siete décadas de reinado, informó el Palacio de Buckingham, que más temprano había indicado que los médicos estaban "preocupados por su salud".
La soberana se encontraba bajo observación en Balmoral, su residencia de verano en Escocia, adonde se dirigieron sus nietos e hijos, incluyendo al príncipe Carlos, de 73 años y heredero del trono.
La reina Isabel II estaba bajo supervisión médica en el castillo de Balmoral, Escocia. En la realeza británica nada está atado a la improvisación y por eso, ya existía un protocolo específico en el caso de que la reina muriera en tierras escocesas, como finalmente sucedió
El primer paso a seguir es que los miembros del Gobierno y el primer ministro sean informados del suceso. Acto seguido, comenzarán los protocolos correspondientes tanto en la casa real británica como en la administración del Estado.
El segundo día después del fallecimiento y, por supuesto, luego de que el Gobierno y las cámaras británicas emitan sus comunicados, se activará un protocolo que tiene dos posibilidades. La primera es que el ataúd viaje en tren y la segunda es que sea trasladado en avión hasta Londres.
Si la realeza opta por la primera se activa el Operativo Unicornio: marca la llegada de ese tren a la estación londinense de St. Pancras. Allí el primer ministro británico junto a otros gobernantes esperarán el cuerpo y para iniciar el funeral de Estado.
Si la opción elegida es la segunda y el cuerpo de la reina se traslada en avión, el protocolo se llamará Operación Overstudy. Después, el cuerpo de Isabel debería permanecer durante tres días en el Palacio de Westminster antes de que el funeral de Estado de comienzo en la abadía.