Alberto Fernández participó este lunes por la mañana por primera vez como presidente del tradicional Tedeum por el 25 de Mayo. Pero fue un Tedeum inédito, histórico. Se realizó a puertas cerradas en la Catedral metropolitana por las restricciones impuestas debido al aislamiento obligatorio por el coronavirus. Y Fernández lo siguió por la TV Pública desde la quinta de Olivos.
La tradicional celebración de la Iglesia católica por el aniversario de la Revolución de Mayo de 1810 y la conformación del primer gobierno patrio fue presidida desde las 9.30 por el arzobispo de Buenos Aires y cardenal primado de la Argentina, Mario Poli.
Fernández siguió la celebración religiosa desde la residencia de Olivos, que se transmitió por las pantallas de la TV pública para el todo el país.
Además del cardenal Poli estuvieron en la catedral de Buenos Aires el rector del templo, el padre Alejandro Russo, así como representantes de otras confesiones que realizarán una oración interreligiosa.
Entre ellos se encuentran la rabina Silvina Chemen, la pastora Wilma Rommel, el obispo ortodoxo Joseph Bosch, y el sheij Abdel Nabi Alhifnawi.
La celebración del Tedeum, que significa en latín: "A ti, Dios", se realiza todos los 25 de Mayo desde el primer gobierno patrio de 1810, en agradecimiento a Dios por el surgimiento del Estado argentino que proclamó su independencia formal en 1816.
Habitualmente, al participar de la celebración religiosa, los mandatarios llegan caminando a la Catedral desde la Casa de Gobierno y, ya dentro del templo, se dirigen al mausoleo del Libertador General José de San Martín, para rendir homenaje con la colocación de una ofrenda floral.
Todas estas prácticas habituales el 25 de mayo de cada año quedaron suspendidas esta vez por las restricciones impuestas por la pandemia de coronavirus, que incluyen la prohibición de realizar celebraciones religiosas en los templos de la ciudad y el conurbano bonaerense, entre otras medidas.