El presidente Alberto Fernández expresó este lunes que "Brasil y Argentina nacieron para estar indisolublemente unidos”, en la declaración conjunta que realizó con su par de ese país, Luiz Inácio Lula da Silva, en el marco de la visita de Estado a Brasilia para celebrar los 200 años de relaciones diplomáticas bilaterales.
Luego de recibir la condecoración Grande Colar da Ordem Nacional do Cruzeiro do Sul en el Palacio de Itamaraty, el jefe de Estado Argentino agradeció el reconocimiento y afirmó: “No hablamos el mismo idioma, pero tenemos iguales culturas e historias compartidas”. El mandatario se refirió también a la agenda en común y remarcó que “estamos concretando muchas de las cosas que nos propusimos y nos queda mucho por trabajar”.
Al analizar el vínculo histórico entre ambos países, Alberto Fernández recordó que la “Argentina fue el primer país, cuando no era Argentina sino una confederación de Estados, las Provincias Unidas del Río de la Plata, en reconocer a Brasil como país soberano e independiente”, y que "a su vez, Brasil y Bolivia fueron los dos países que criticaron la intromisión inglesa de nuestras Islas Malvinas”.
Por su parte, el Presidente de Brasil reafirmó que “la integración es una política de Estado y nuestra alianza debe ser cultivada al más alto nivel”, y señaló que “hoy adoptamos un ambicioso Plan de Acción para el Relanzamiento de la Alianza Estratégica que consiste en casi 100 acciones que dan concreción a nuestro proyecto de desarrollo conjunto”.
En ese sentido, Lula aseguró sentirse “muy complacido con las perspectivas positivas del BNDES para financiar la exportación de productos para la construcción del Gasoducto Presidente Néstor Kirchner”, y sostuvo que “estamos trabajando en la creación de una línea integral de financiamiento para las exportaciones brasileñas a la Argentina”.
Además, destacó que Argentina y Brasil lideraron “el proceso de creación del Mercosur, que unió los destinos de los países del Cono Sur y que sentó las bases para poner en marcha un ambicioso proyecto de integración de América del Sur”.
Antes de la ceremonia, Alberto Fernández y Luiz Inácio da Silva mantuvieron una reunión de trabajo bilateral en el Palacio de Planalto, sede del Poder Ejecutivo del Gobierno Federal brasileño, en la que abordaron los temas principales de la agenda bilateral, regional y global.
Acompañaron al mandatario argentino la primera dama, Fabiola Yañez, el ministro de Relaciones Exteriores, Comercio Internacional y Culto, Santiago Cafiero; el embajador en Brasil, Daniel Scioli; el secretario general de la Presidencia, Julio Vitobello; la portavoz de la Presidencia, Gabriela Cerruti; y el diputado nacional Eduardo Valdés.
Por parte de Brasil participaron de la audiencia el ministro de Relaciones Exteriores, Mauro Vieira; el jefe de la Asesoría Especial del Presidente, Celso Amorim; el embajador en la Argentina, Julio Glinternick Bitelli; y la secretaria de América Latina y el Caribe, Gisela Maria Figueiredo Padovan.
La actividad continuó con un almuerzo oficial ofrecido por Lula da Silva en honor al Presidente y a la comitiva argentina, del que también participaron el vicepresidente de Brasil, Geraldo Alckmin; el ministro de Economía, Fernando Haddad; y el ministro de Casa Civil, Rui Costa, entre otros funcionarios del gabinete nacional, embajadores de la región y empresarios.
A continuación, el jefe de Estado argentino se trasladaba al Congreso Nacional para encontrarse con el presidente del Senado, Rodrigo Pacheco; y luego a la sede del Supremo Tribunal Federal, para reunirse con la titular, Rosa Weber.
La visita oficial se desarrolla una semana antes de la Cumbre de Jefes y Jefas de Estado del Mercosur y Estados Asociados, a realizarse el 3 y 4 de julio en Puerto Iguazú, que constituirá la culminación del trabajo realizado por la Presidencia Pro Tempore argentina (PPTA) en el último semestre y el traspaso a manos de Brasil.