La investigación por la caída de un avión en la planta industrial de Air Liquide, ocurrida el pasado 9 de agosto en Presidente Perón al 7600, tuvo importantes avances. Por un lado, la Junta de Seguridad en el Transporte envió su informe a la fiscal Mariela Oliva, en el que afirma que se trató de un impacto “de manera controlada contra el sector de carga de tubos de oxígeno”. Dicha información abona la hipótesis de que se habría tratado de un atentado/suicidio. Por el otro, los familiares del piloto fallecido Juan Manuel Medina (46 años) alegaron no haber recibido ningún comentario o aviso de parte del ex empleado de la empresa contra la que buscó colisionar, según se pretende determinar.
“En un vuelo de aviación general, la aeronave despega del aeroclub Rosario por pista 01, vira hacia el sur y 30 minutos después es vista volando a baja altura en inmediaciones de la planta industrial de la planta Air Liquide dentro del ejido de la ciudad de Rosario. Realiza maniobras en diferentes direcciones y luego impacta de manera controlada contra el sector de carga de tubos de oxígeno. La aeronave resulta destruida y el piloto fallecido”, indicó la pericia de la Junta de Seguridad en el Transporte.
Al parecer, Medina no dejó indicios de la decisión que había tomado, en función de lo que declararon sus familiares ante la fiscal. Comentaron no haber recibido ningún mensaje previo al choque del avión contra Air Liquide.
Los familiares también admitieron que Medina había subido dos estados de Whatsapp antes del hecho. En uno, estaba la imagen de una explosión. En el otro, estaba él arriba del Cessna 152 que luego se precipitó contra uno de los depósitos de la fábrica de la zona oeste de Rosario.
Según los comentarios brindados, el primer estado era referente al bombardeo atómico en Hiroshima y Nagasaki, que casualmente, había ocurrido también un 9 de agosto. Sus parientes señalaron que hablaron en varias oportunidades sobre ese evento histórico y entienden que podría haber sido un posteo en relación con la efeméride y no a un aviso de la tragedia que se podía desencadenar con la caída del avión a Air Liquide.
“Lo que evitó una tragedia fue que había una columna que impidió que una aeronave impacte sobre los depósitos que contiene los tubos de oxígeno que hay a muy poca distancia”, explicó Marcos Escaladillo el pasado 9 de agosto en diálogo con De 12 a 14 (El Tres). Esa declaración después fue sustentada por una proyección hecha por Cristian Azula, subcomandante de Bomberos Voluntarios y jefe de la Brigada Provincial de Materiales Peligrosos, quien afirmó en El Contestador (Radio 2) que si la aeronave chocaba contra los tubos, el impacto hubiese generado un estallido con un radio de 62 metros y una zona mínima de evacuación de 900 metros a la redonda.