Juan Pedro Aleart contó públicamente que durante su infancia sufrió abuso sexual. Durante los 27 minutos que estuvo hablando frente a las cámaras de El Tres, el periodista mencionó el dolor emocional con el que tuvo que lidiar durante todos estos años, le habló a los hombres y les pidió que suelten la vergüenza y comuniquen los sufrimientos, e instaló dos conceptos legales de los que poco se conocía: la prescripción de las causas y los juicios por la verdad.
En ese contexto, el rosarino explicó que la justicia le dio la razón a él, pero que el acusado continúa libre porque los delitos contra la integridad sexual se cometieron previo a 2015. Fue entonces que indicó: “Los abogados defensores acuden rápidamente al juicio por la verdad. Un proceso judicial mediante el cual se declara culpable al acusado, pero no se lo condena. El juicio por la verdad es una mierda”.
Este viernes, Juan Revees, militante de Ciudad Futura y “sobreviviente de abuso sexual infantil”, hizo un hilo en su cuenta de X con una mirada opuesta a la del periodista respecto a la instancia judicial en cuestión. Primero le agradeció al comunicador por contar su historia. “Estas acciones, llevadas adelante en el prime-time del medio más importante local, no sólo son reparadoras para quien denuncia. Además, generan las posibilidades para que otros puedan”, escribió.
Y luego indicó: “Los juicios por la verdad son UNA HERRAMIENTA MÁS. Ese fue el espíritu con el que se crearon ante el impedimento de juzgar a los genocidas de la última dictadura militar ya que existía en aquél entonces 2 leyes de impunidad. (Obediencia Debida y Punto Final)”.
Ante la denuncia pública de @JAleart quiero, en primer lugar, agradecerle por la valentía. Estas acciones, llevadas adelante en el prime-time del medio más importante local, no sólo son reparadoras para quien denuncia. Además, generan las posibilidades para que otros puedan (+��)
— Juan Reeves ��️�� (@ReevesJuan) April 19, 2024
En diálogo con Rosario3, Revees contó que en 2020 denunció a su abusador. Como los delitos sexuales ocurrieron antes del 2015, la causa prescribió. Sin embargo, por un juicio por la verdad, además de reparar su historia, él podría conseguir que esa persona denunciada y culpable de los abusos sea destituida de los cargos de poder que ocupa y deje de ser condecorada.
“La diferencia es que no todos tenemos el privilegio de contar con la atención de las cámaras en el programa más visto de la ciudad y que muchas veces los abusadores son tan poderosos que una denuncia pública nos expone a represalias donde nuevamente nos vemos revictimizados”, indicó el militante social que hizo hincapié en que “cada caso concreto es un mundo distinto, cada persona entiende la justicia de una manera distinta y busca repararse de manera distinta también”.
"Una forma de reparación simbólica"
El abogado penalista Agustín Genera explicó a este medio que el juicio por la verdad “no está expresamente regulado en una ley”. Es un recurso que creó la jurisprudencia local e interamericana para “dar una respuesta a las víctimas en casos en los que no se puede llegar a una condena, ya sea porque prescribió la acción penal o porque el imputado falleció”.
Cuando se trata de abuso sexual infantil prescripto, el Estado en principio pierde la potestad de perseguir penalmente al acusado. “Pero desde la jurisprudencia se crearon estos juicios por la verdad como una forma de reparación simbólica para las víctimas. Para que a pesar de no poder imponer una pena de prisión al acusado, se pueda investigar y esclarecer la verdad de lo ocurrido”, señaló Genera.
El letrado también mencionó que la instancia es relativamente nueva en Santa Fe y que son los y las denunciantes quienes - agotados los recursos para avanzar penalmente - recurren a los juicios por la verdad. “Es cierto que para algunas víctimas es insuficiente porque lo que buscan es una pena”, apuntó Genera y agregó: “Los imputados suelen estar en contra de estos juicios porque su defensa es que la causa prescribió y que el Estado perdió la potestad de investigar y juzgar”.
“Para el imputado un juicio por la verdad representa un costo, porque va a tener interés en defender su propia verdad y para eso le tiene que pagar a un abogado. Y corre el riesgo de terminar condenado por la opinión pública”, cerró.