Las universidades pusieron en marcha acciones de concientización, difusión y acompañamiento a docentes y estudiantes para trabajar sobre la accesibilidad en las instancias no presenciales durante la pandemia, explicó a Verónica Rusler, coordinadora del área de Discapacidad de la Universidad de Buenos Aires (UBA), quien reconoció que hubo dificultades para pensar nuevas estrategias pedagógicas.
«La identificación y eliminación de barreras constituye un eje central en toda política orientada a la inclusión», graficó.
Rusler detalló las herramientas disponibles para personas que utilizan lectores de pantalla porque no acceden al texto de manera convencional, lo que requiere documentos en los que se pueda seleccionar el texto para realizar búsquedas.
También se dispusieron los materiales escaneados (que son imágenes) que pueden pasarse a texto a través de OCR (reconocimiento óptico de caracteres) y usar tipografías definidas y claras.
En tanto para los audios y videos, se apuesta a incluir subtítulos y texto o audio adicional que describa lo que se percibe a través de las imágenes, y en caso de filmación de clases hablar de frente a la cámara y vocalizar lo mejor posible para favorecer la lectura labial.
«Actualmente se están registrando estudiantes con discapacidad que expresan dificultades para retomar la presencialidad, por lo que es interesante que muchos de los recursos desarrollados durante la pandemia pueden implementarse para acompañar las trayectorias», concluyó Rusler.
En 2020 y 2021 sí se avanzó en la construcción e incorporación de formularios de accesibilidad en el Sistema de Información Universitaria (SIU), con preguntas sobre situación de discapacidad para diseñar políticas que den respuesta a las barreras físicas, comunicacionales, actitudinales y académicas.