La muestra, cuyos resultados preliminares se conocieron durante la semana, demostró también que el 90% de las familias enviará a sus hijos a la escuela en cuanto se retomen las clases presenciales, aunque más de la mitad tiene temor a los contagios.
El relevamiento, efectuado para saber cuál fue la respuesta del sistema educativo ante el cierre de las escuelas por la pandemia de coronavirus, abarcó a 5.387 directores de escuelas y a 2.658 hogares de todo el país, mientras también fueron consultados unos 25.000 docentes cuyas respuestas se difundirán en las próximas semanas.
La conectividad a internet en los hogares, los dispositivos utilizados, la frecuencia de conexión con el docente, los contenidos pedagógicos abordados, la efectividad de los recursos desplegados por la cartera educativa y el acompañamiento de las familias fueron los principales temas relevados.
De acuerdo con el estudio, el 90% de las familias respondieron que enviarán a sus hijos a la escuela una vez que se retomen las clases presenciales, mientras que la gran mayoría de quienes aseguraron que no lo harán respondió que planea tomar esa decisión por temor a un contagio.
Este porcentaje se acentúa a medida que se consulta a familias cuyos hijos concurren al nivel inicial, mientras que el 99% de los consultados respondió que no cambiarán a sus hijos de escuela.
El relevamiento detalló además que el 4% de las familias aseguró no haber recibido tareas o si las recepcionó no fueron realizadas, mientras que un 10% de las familias destacaron que se contactaron entre una y tres veces en un mes con sus docentes.
La disparidad que hubo en la educación remota «estuvo condicionada por los recursos tecnólogicos que tuvieron los estudiantes», destacó la encuesta.
En este aspecto, el relevamiento muestra que menos de la mitad de los hogares cuenta con acceso fijo de buena calidad en la señal a Internet, 3 de cada 10 de hogares no tienen acceso fijo a Internet y el 27% de los relevados sólo accedió por celular.
En tanto, el 3% no tiene internet de ningún tipo, mientras en hogares con Internet fija la tercera parte tiene problemas en la señal y el 53% no cuenta con una computadora liberada para uso educativo.
La desigualdad también se refleja en que el piso tecnológico de los hogares que asisten a escuelas del sector privado «duplica al de los que asisten al sector estatal».