Existen dos opciones para utilizar secuencias didácticas en el salón de clases: crearlos desde cero o aprovechar secuencias ya elaboradas. Si se opta por la primera opción, es necesario establecer objetivos y seleccionar qué contenidos del plan de estudios (gramaticales, funcionales, socioculturales, etc.) se abordarán. Desde el Centro Universitario Internacional de Barcelona (UNIBA), sugieren plantearse la pregunta: "¿Qué necesita aprender mi alumnado para alcanzar el objetivo propuesto?".
El siguiente paso sería garantizar una progresión en el aprendizaje. «Esto implica que cada actividad debe representar un avance en el proceso, de manera que sea evidente que los estudiantes están aprendiendo de manera progresiva», explican. A partir de ahí, todas las actividades deben estar orientadas hacia un objetivo específico, preferiblemente relacionadas dentro de un mismo contexto temático. «Es importante no perder de vista la tarea final y diseñar las actividades como una estructura o andamiaje que permita a los estudiantes seleccionar los recursos adecuados para realizar la actividad final con éxito». Para lograr esto, es fundamental definir el tema principal de la secuencia, lo cual también ayuda a los estudiantes a tener una comprensión más clara de lo que deben trabajar.
Los educadores que deseen utilizar secuencias didácticas ya existentes, incluso como referencia para crear las suyas propias, tienen a su disposición recursos en organismos como el CEDEC o el INTEF. Un ejemplo es el Proyecto EDIA (Educativo, Digital, Innovador y Abierto), que busca promover y respaldar la creación de dinámicas de transformación digital y metodológica en los centros educativos para mejorar el aprendizaje de los estudiantes.
Las secuencias didácticas desarrolladas en este proyecto tienen características bien definidas: «Todas ellas fomentan un aprendizaje basado en competencias, donde los estudiantes desempeñan un papel activo en el aula, con tareas de distintos niveles de dificultad que requieren habilidades de nivel superior, y proponen una evaluación formativa y metacognitiva, con herramientas proporcionadas en el propio recurso. Además, promueven el uso responsable de herramientas tecnológicas accesibles, lo cual contribuye al desarrollo de la competencia digital de los estudiantes», explica Martín Núñez Calleja, jefe de Servicio del CEDEC. Estas secuencias son en sí mismas situaciones de aprendizaje que buscan preparar a los estudiantes para los desafíos educativos del siglo XXI.
Para trabajar con estas secuencias, que son accesibles, descargables y modificables, solo es necesario que un educador acceda al sitio web y considere la posibilidad de utilizarlas como recurso en su salón de clases o modificarlas respetando la licencia. Además de las tareas para los estudiantes, todas incluyen una guía didáctica que facilita su aplicación. Las temáticas que abordan son diversas: lengua, matemáticas, ciencias, inglés, historia, etc.; están organizadas por niveles (primaria, secundaria, etc.) y se basan en situaciones o contextos cercanos a los estudiantes, tratando temáticas en las que los Objetivos de Desarrollo Sostenible y la educación en valores se abordan de manera transversal.
Un ejemplo de secuencia didáctica disponible en el Proyecto EDIA es «Investigando la biodiversidad». En esta secuencia, se busca aprender sobre qué es la biodiversidad, cómo medirla, por qué es importante preservarla y cómo la tecnología puede influir de manera positiva o negativa en ella. La secuencia recopila diversas situaciones de aprendizaje planteadas como pequeños desafíos que abarcan varias sesiones, y sus objetivos están directamente vinculados tanto a las Competencias Específicas de Biología y Geología como a los desafíos educativos del siglo XXI.