El proyecto para suspender la habilitación de los food parks divide aguas en el Concejo

Un problema puntual con vecinos de Fisherton motorizó a que se impulse un proyecto para suspender el decreto municipal que habilitó su expansión en Rosario durante la pandemia

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El proyecto para suspender la habilitación de los food parks en Rosario avanza en el Concejo y es la edil de Iniciativa Popular (IP) Fernanda Gigliani, la que motoriza a que se discuta en el recinto una nueva normativa para regularlos. La inquietud surgió a raíz de la queja de un grupo de vecinos de la avenida Real al 9000, en el barrio de Fisherton, por la instalación de un patio de comidas en un predio del barrio que, según argumentaron, funcionaba como estacionamiento para oficinas cercanas.

Gigliani destacó que el decreto Nº 292/2022 sancionado por la Municipalidad de Rosario para regular su funcionamiento a principios de febrero de este año, no fue discutido ni ratificada por el Concejo Municipal de Rosario y que se trata de una regulación pensada para la pandemia, que no refleja la realidad actual de los comercios. En este sentido, señaló la necesidad de dar una nueva discusión, considerando que el marco de excepción que habilitaba al intendente a tomar este tipo de medidas quedó obsoleto.

El proyecto de Decreto presentado por Gigliani junto a Lisandro Cavatorta, Silvana Teisa y Norma López fija entre sus puntos: "que se suspenda la aplicación del Decreto del Departamento Ejecutivo Municipal Nº 292/202 y sus efectos, como así también se proceda a la paralización de las obras que estén siendo ejecutadas con permisos originados por dicha normativa, hasta que este Concejo Municipal se expida al respecto, en base al visto y considerandos precedentes.

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Desde el Concejo ya se habían motorizado dos iniciativas con el objetivo de regular el funcionamiento de food trucks y espacios de comida al aire libre en Rosario. Uno fue presentado por Caren Tepp, de Ciudad Futura, bajo el fin de crear la figura "patio de comidas. El otro, por la edil de la UCR-Juntos por el Cambio, Daniela León, que propone realizar una redacción en conjunto que incluya una modificación de la ordenanza Nº 7.703 sobre parque de comercios ambulantes con paradas móviles. 

León señaló a Ecos365 que ambos bloques lograron consensuar puntos entre los dos proyectos para unificarlos en un texto común que será tratado en los próximos días por la comisión de Producción. En este sentido, sostuvo la necesidad de avanzar en una regulación "hacia adelante" y no es un proyecto que suspenda o busque ir para atrás con las habilitaciones ya vigentes.


 

"Tanto mi proyecto como el de Ciudad Futura son dos expedientes que regulan la instalación de food trucks y kioskos o locales desmontables en espacios públicos y privados. Por eso me sorprendió la iniciativa de la concejal Gigliani teniendo en cuenta que ya hay dos proyectos presentados sobre este tema", consideró León.

A su vez hizo hincapié en que es "habitual" que desde el ejecutivo municipal se generen normativas por decreto cuando los rubros no existen, como era el caso de la figura de food park en Rosario, un formato que encontró un gran impulso para crecer durante la pandemia, en un momento donde el consumo en espacios abiertos adquirió gran importancia y hasta llegó a ser, en períodos, el requisito fundamental para poder recibir a los comensales.

"Ante la ausencia de una normativa al municipio le queda, o crear un decreto que la reconozca o asemejar su funcionamiento a otro rubro, algo que siempre genera complicaciones. A mi no me parece mal que un decreto municipal genere un rubro específico, con las características propias de este emprendimiento hasta tanto salga una normativa que los regule", expresó León.

A su vez precisó que suspender las habilitaciones a los patios de comida que operan actualmente a la espera de una nueva regulación es perjudicial, teniendo en cuenta los tiempos de demora que maneja el Concejo. Según su visión, esto solo ayudaría a "desincentivar" nuevas inversiones de parte de los empresarios que se interesan por este formato.

"Pretender que no se invierta en espacios como estos en la ciudad a la espera de una nueva regulación me parece desacertado. Además los patios de comida son lugares que dan movimiento a la ciudad y son útiles en momentos donde hay tanta inseguridad, sobre todo a la noche", opinó la edil.

La palabra de titulares de Food Parks

La difusión de este proyecto generó alarma entre los titulares de food parks de Rosario al proponer la suspensión de las habilitaciones ya otorgadas por el municipio que son las que hoy les permiten operar en la ciudad.

Darío Vilches, titular del food park, Gorostiaga, que viene de inaugurar en septiembre, sobre un predio ubicado entre las calles Güemes, Ricchieri, Ovidio Lagos y Avenida del Valle, se mostró muy preocupado por el daño que puede causar a los negocios que hoy operan en su espacio. "Volver para atrás una inversión que ya está hecha no tiene sentido, se tendría que haber planeado antes, contraté gente, el lugar funciona y tengo chicos de 25 años que se están haciendo cargo de su primer negocio, algo que me da mucha ilusión", dijo el empresario.

Entre otros puntos, el proyecto presentado por los concejales justicialistas para suspender la reglamentación vigente hace mención a la necesidad de discutir una nueva normativa que promueva el buen trato con el entorno. Siguiendo esta línea, Vilches recordó la prohibición que hoy existe para musicalizar los espacios al aire libre en pos de no molestar a los vecinos y consideró que la misma ya fomenta, de por sí, una buena convivencia con el barrio.


 

Desde Aldea Garden, espacio con contenedores que funciona en Fisherton, manifestaron estar al tanto del proyecto que se estaba levantando en avenida Real al 9000 y que causó la disconformidad de vecinos que quieren usar el predio para otros fines. Sostuvieron que en su caso, casi no tuvieron problemas con las personas que viven alrededor de la zona salvo por una cuyo reclamo fue escuchado y tenía que ver con mejorar la acustización del lugar.

También señalaron que volver atrás con inversiones ya realizadas no tiene ningún sentido y "solo perjudica al negocio y a las personas que trabajan en él". Y es que al ser lugares compartidos con otros comerciantes y operar dentro de contenedores, el formato food park ofrece una inversión más rentable a las marcas, siendo popular también entre aquellas iniciativas gastronómicas que recién arrancan y no cuentan con el dinero suficiente para el alquiler de un local.

Nadia Martinez, al frente del food park Distrito Pichincha, ubicado en Av. Rivadavia 2355, sostuvo que no le parece mal avanzar con una nueva regulación para los patios de comida siempre y cuando esta no contemple intervenir sobre las habilitaciones ya otorgadas.

"Nosotros tenemos la habilitación del predio y cada contenedor tiene su habilitación particular. Pasaron por bromatología, por planeamiento, por distintos organismos que los evaluaron. Para mi el decreto de la Municipalidad es prolijo y nos regula bien, eventualmente si se quisiera avanzar con otra ordenanza para regular a los que vienen no me parece mal, pero la autorización para operar en nuestro predio ya la conseguimos", indicó Martinez.

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