Al 11/11, y a sólo 20 días de comenzar formalmente la nueva campaña, la estimación de producción de trigo de la nueva campaña 2022/23 queda a la fecha en 11,8 Mt, con un rinde nacional potencial de 23 qq/ha, según GEA-BCR (Guía Estratégica para el Agro).
Este deterioro en la producción es particularmente grave en la zona núcleo, diezmando los ingresos del del sector productor. Teniendo en cuenta el cálculo de márgenes para el trigo elaborado por expertos de la Bolsa de Comercio de Rosario (Agustina Peña – Javier Treboux – Emilce Terré), la pérdida estimada para los productores de zona núcleo ahora asciende a los 650 millones de dólares, considerando un rinde promedio de 15 qq/ha y 391.000 hectáreas de superficie perdida.
Estos US$ 650 M se componen de, por un lado, el valor de la pérdida adjudicada a las hectáreas perdidas (no cosechadas) debido a los efectos adversos del clima que se estiman en US$ 307 millones; mientras que el efecto de una baja en el rinde efectivo y la consecuente caída del margen bruto registrado en las 920.000 hectáreas restantes suman otros US$ 343 millones.
El cálculo de las pérdidas referidas a las hectáreas que sí se cosecharon, pero a un rinde inferior a la estimación anterior (octubre), refiere específicamente a los costos que afrontó el productor en materia de insumos, pulverización, estructura, fletes, comercialización y seguros; en tanto que las hectáreas perdidas sin cosechar mantienen la misma estructura de costos, con excepción de los fletes y la comercialización.
Exportaciones y costo de oportunidad
Frente a este panorama, los especialistas proyectan que el nivel de exportaciones bajará en consecuencia y totalizará 7 millones de toneladas, en contraposición a la anterior estimación de 9 millones (octubre) y de 14,5 millones de la campaña 2021/2022. Además, el consumo doméstico también se reacomodará a una oferta más restringida, pasando de 6,9 millones de toneladas en las últimas campañas, a un volumen de 6,4 millones para el ciclo 2022/23, debido a la relativa inflexibilidad a la baja que caracteriza a la demanda interna.
Como muestra el siguiente gráfico, con un volumen de ventas externas de 7 millones de toneladas, el costo de oportunidad total para el país (lo que dejará de percibir en exportaciones) sigue incrementándose y la Argentina pierde la posibilidad de ingresar divisas por 2.221 millones de dólares, comparado con lo exportado en el ciclo 2021/22.
Al compararse la evolución de las exportaciones de trigo valuadas en dólares a lo largo de los últimos 10 años, vemos que las exportaciones de la 2022/23 es la más baja de los últimos tres años.
Con un stock final que se reduce a más de la mitad en comparación al ciclo actual, la relación entre el consumo y las existencias queda definida en un 10%, lo que generará una situación más ajustada para el abastecimiento de cara al empalme de cosechas del próximo año. Este ratio es, en efecto, el más bajo desde la campaña 2016/17.
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