Argentina es bicampeón de la Copa América. En la última función de Ángel Di María con la camiseta de la selección, el equipo de Lionel Scaloni venció a Colombia por 1-0 en el alargue con un gol de Lautaro Martínez, después de quedarse sin Lionel Messi, lesionado, y de un partido electrizante en el estadio Hard Rock de Miami. Es el cuarto título consecutivo para el seleccionado, tras la Copa América 2021, la Finalissima 2022 y el Mundial de Qatar 2022.

Colombia sorprendió a Argentina en el inicio del partido porque salió a presionar alto, por momentos le robó la pelota y llevó al equipo de Scaloni a jugar el primer cuarto de hora demasiado replegado sobre su campo y cerca de Dibu Martínez, con James Rodríguez manejando los hilos con cierta libertad. 

Por eso, aunque el primer aviso lo dio la selección campeona del mundo a los 40 segundos con un balón que Julián Álvarez, tras un centro de Montiel, no logró impactar de lleno entrando por el punto penal y salió junto a un palo, los cafeteros fueron quienes más peligro generaron en esos minutos iniciales en Miami.

El conjunto de Néstor Lorenzo respondió con dos ataques consecutivos: un disparo de John Córdoba que besó el palo izquierdo del Dibu Martínez y un cabezazo de Cuesta que el arquero argentino controló sin sobresaltos.

A los 19, Argentina armó una gran jugada colectiva que inició Messi en la zona media. El capitán abrió para Tagliafico y el lateral cedió a la izquierda para Di María, que vio a Leo pisar el área sin marca y lanzó el pase atrás. El 10 pudo definir de zurda, pero su disparo rebotó en un defensor colombiano y llegó a las manos del arquero Vargas. 

Para ese momento de la etapa inicial, la selección de Scaloni había equilibrado el trámite, tras ajustar las marcas en el medio de Mac Allister y De Paul. También mostró los dientes: Angelito empezó a preocupar por la banda zurda y el equipo se hizo ancho para tratar de abrir a Colombia. 

Pero en un partido que requería precisión quirúrgica, Argentina no la tuvo en los primeros 45 minutos. El partido fue vibrante, por momentos de ida y vuelta, con roces y el juego físico que, como se esperaba, propuso el equipo cafetero, que cerca de la media hora estuvo cerca de quebrar el cero mediante un remate de media distancia de Lerma, desviado con la punta de los dedos por Martínez.

Sobre el cierre de la primera parte, Messi recibió un duro golpe en el tobillo derecho tras ir a disputar la pelota con Arias sobre la raya de fondo, tuvo que ser atendido y su imagen, con evidentes signos de dolor y sin poder pisar con normalidad, generó mucha preocupación, aunque el futbolista decidió aguantar lo que quedaba antes de irse al vestuario. 

El complemento arrancó a toda máquina y la final siguió bajo la misma tónica, electrizante y para cualquiera de los dos. Sin embargo, la más clara fue para Argentina en los pies de Di María, quien desbordó por la izquierda y se las ingenió para, pese a estar marcado, sacar un remate que Vargas llegó a desviar con su puño para evitar el gol. 

A los 63, el cuerpo de Messi dijo basta. Con dolores por el golpe en el tobillo del primer tiempo, el rosarino se exigió al correr una pelota detrás de Luis Díaz, se tiró al suelo e inmediatamente miró al banco para pedir el cambio. Se terminó la final para Leo, se fue llorando desconsoladamente.

Más allá del golpe anímico que significó perder a su capitán, el equipo de Scaloni cerró mejor el encuentro en Miami y contó con las mejores chances para abrir el marcador y quedarse con la Copa antes del final de los 90 reglamentarios, apoyado en los buenos rendimientos de De Paul, Angelito y Nicolás González. 

A los 75, tras una buen pase de Enzo Fernández al desmarque de Tagliafico, el lateral izquierdo asistió a Nicolas González, quien convirtió el primero, pero el ex Banfield estaba en posición adelantada y lo anularon. Sin embargo, no hubo manera de romper la barrera, el tiempo se consumió y la final del torneo llegó al tiempo extra. 

En el momento de máxima tensión, el equipo argentino tuvo la lucidez necesaria para jugar y construir. Así fue como, a los 94, una estupenda jugada colectiva que inició Nico González y continuaron De Paul con Di María, terminó con el futbolista de Fiorentina rematando dentro del área, pero el arquero Vargas encontró el balón y le ahogó el grito. 

Scaloni movió el banco con los ingresos de Lo Celso, Lautaro Martínez y Leandro Paredes. Como había pasado en la recta final del complemento, la selección argentina fue la que impuso condiciones y, aún dentro de un trámite con mucha paridad, dominó los primeros 15 del alargue, pero le faltó un poco más de puntería y precisión en los últimos metros para concretar. 

Pero Argentina estaba mejor. Y después de tanto intentar logró romper la paridad a los 112 minutos. Paredes, de gran ingreso, recuperó en el medio, tocó para Lo Celso y el ex Central asistió con un pase letal a Lautaro, que definió ante la salida de Vargas y estampó el 1-0 para hacer delirar a todo un país. 

Quedó tiempo para sufrir un poco más porque Colombia vendió realmente cara su derrota. Pero el equipo de Scaloni resistió con uñas y dientes la ventaja. El pitazo inicial marcó, otra vez, que la gloria se queda en Argentina.