Lautaro Morales: 6. Le llegaron poco y respondió siempre con sobriedad. Le sacó una gran pelota a Benedetto en el complemento.
Armando Méndez: 7. Le ganó el duelo a Ramírez, sobre todo en el primer tiempo, y pasó al ataque con criterio. A pura potencia, casi marca el segundo tras una corrida espectacular.
Gustavo Velázquez: 7. Seguro en los anticipos e impasable en los duelos individuales. Otra titánica tarea del paraguayo.
Cristian Lema: 7. Controló a Benedetto y sacó todo. Ordenó a la defensa.
Willer Ditta: 8. Solidez y jerarquía en el fondo. Sacó todo lo que le pasó cerca y su figura se fue agrandando con el paso de los minutos. Coronó su gran tarde con el gol de cabeza.
Martín Luciano: 5. Fue el que más ventajas dio en defensa y terminó haciendo muchas faltas cercas del área, algunas innecesarias.
Pablo Pérez: 6. Jugó 60 minutos en los que no se guardó nada. Casi siempre claro con la pelota, también aportó sacrificio hasta que pidió el cambio, extenuado.
Juan Sforza: 5. Jugó una buena media hora inicial como distribuidor pero se fue a las duchas tras recibir dos amarillas. La segunda pareció una decisión apresurada del árbitro.
Juan Garro: 5,5. Movedizo y con mucho despliegue físico, incluso para bajar y ocupar espacios en el medio. Le faltó claridad para atacar. Tuvo una chance con un remate de zurda que controló el arquero.
Juan Manuel García: 8,5. Soberbio partido del nueve. A pura potencia, hizo todo para fabricar el primer gol, recuperando la pelota en el medio y corriendo hasta el arco para clavar un derechazo inatajable.
Francisco González: 5. Su principal aporte fue la presión y el sacrificio. Le costó imponerse con la pelota cuando encaró.
Ingresaron
Marcelo Esponda: 6. Entró para el segundo tiempo para intentar darle más piernas al medio y se metió bien en el partido.
Marcos Portillo: 5. Reemplazó a Pérez en el complemento y le aportó lucha al mediocampo.
Ramiro Sordo: s/c. Ingresó en el cierre del juego para darle aire y velocidad al ataque.
Genaro Rossi: s/c. Jugó los últimos minutos. Tuvo una chance para anotar con un remate que le salió débil.